Equipo adecuado, seguir protocolos correctos y organización, fueron claves para que el Hospital Domenico Cotugno de Nápoles, al sur de Italia, especializado en atención a pacientes con enfermedades infecciosas, pero convertido en un hospital COVID, lograra que nadie de su equipo en primera línea se infectara del virus.
Afuera de la sala de tratamiento del hospital se encuentra un enfermero que se comunica a través de una ventana de vidrio con otro compañero que atiende a un paciente crítico por COVID-19, prepara el medicamento y lo entrega por otra puerta.
En ningún momento el enfermero tiene contacto con su colega, ni entró a la zona infectada, sin embargo, al hacer su trabajo se desinfecta y queda pendiente a más indicaciones. Así, es el estricto protocolo que todos los trabajadores de la salud del hospital italiano siguen para lograr que ninguno se contagie.
El director de medicina respiratoria de dicho hospital, Dr. Roberto Parella dijo a Sky News en español que el hospital organizó las salas y separó los pasillos del hospital entre zona limpia y la infectada.
“Es importante organizarnos y saber cómo vestirnos y desvestirnos. También debemos saber cómo poner a un medico o enfermera en la habitación así como poner adecuadamente la mascarilla“, dijo el médico italiano.
Parella dijo que para lograr cero contagios entre el personal médico, ha sido fundamental trabajar con el equipo adecuado, aunque obtenerlo no fue fácil.