El enfermero Salvador Ernesto Hernández salió del hospital Regional de San Miguel bajo una lluvia de aplausos que sus compañeros de trabajo le brindaron, como parte de los honores por morir en el cumplimiento de su trabajo. Él se desempeñaba en la Unidad de Cuidado Intensivos desde hace 10 años, según comentan sus allegados. Este enfermero intensivista falleció el pasado viernes en el hospital de San Miguel luego de batallar con el COVID-19 por 15 días.
“Muy competente en sus cualidades, en su trabajo, tenía mucho tiempo de estar en el área, era muy dedicado en la atención de los pacientes desde que llegaba a las jornada de trabajo, muy activo con mucho conocimiento. Lo lamentamos porque era un buen recurso”, comentó Dora Alicia Parada Flores, jefa de enfermeras del Seguro Social.
Solo 300 recuperados de la COVID-19 han donado plasma; estos son los requisitos
El sábado por la mañana, una noticia más enlutaba al personal del Seguro Social: la enfermera Patricia Martínez , quien laboraba en el hospital General en San Salvador, también había perdido la batalla contra el COVID-19. Horas más tarde las redes sociales de los movimientos de salud reportaban el deceso de José Arístides Ramos , quien laboraba como médico internista en hospital de Ahuachapán. Las tres muertes antes mencionadas se suman a un estimado de 40 decesos del personal de salud que trabaja en primera línea durante la pandemia.
“Hemos tenido alrededor de 40, los fallecidos en lo que va de la pandemia. Seguro Social, ISRI, el Minsal, todos los relacionados de salud que en su mayoría eran los que daban la fuente de sustento de las familias”, lamenta Luis Rodríguez, secretario de Conflictos de Sitrasalud.
A esta cifra se suma el deceso de 25 elementos de la Policía Nacional Civil (PNC) y más de 600 contagiadas por COVID-19 al interior de la corporación policial, en parte debido al hacinamiento. “Por estos 600 policías contagiados (confirmados) puede haber unos 1,200 policías contagiados, incluso más”, confirmó Marvin Reyes, del Movimiento de Policías de la PNC.
La mayoría de decesos han ocurrido en hospitales que han sido designados para tratar pacientes con COVID-19 o centros de transferencias que por la alta demanda de pacientes se han convertido en hospitales COVID-19, sin tener los equipos e insumos necesarios para atender la pandemia, entre estos el hospital Saldaña, el Zacamil, o el Militar.
Mientras que en el Seguro Social hay decesos en el Médico Quirúrgico, el General, el 1° de Mayo, y las unidades de salud de San Jacinto, Ilopango y Ciudad Arce.
Solo en el Seguro Social, el sindicato de Enfermería contabiliza a trece empleados de salud, entre estos médicos, personal de enfermería, licenciados en laboratorio y motoristas que han fallecido cumpliendo con su trabajo. Además reportan un contagio de ocho personas en el laboratorio del Hospital General.
Tenemos varios compañeros positivos, nosotros nos damos cuenta hasta que están graves por medio de las redes sociales cuando solicitan plasma. Lastimosamente se dio por falta de equipo de protección personal (EPP) adecuado porque inicialmente ninguno de los centros del Seguro Social iban hacer centros para atender pacientes con COVID-19, relata personal de la institución.
El Ministerio de Salud presenta cerca de 25 empleados que han fallecido a causa de la enfermedad y con mayor infección entre sus empleados. “Tenemos alrededor de 900 compañeros entre médicos y enfermeras, laboratoristas, anestesistas, gente del factor limpieza y motoristas, entre el Seguro Social y lo que es el sistema de Salud Pública”, explica Luis Rodríguez, quien critica que Salud esconde la cifra de personal afectado por la enfermedad debido a la falta de insumos de protección adecuada.
“Todo el personal de salud, independientemente sea médico u ordenanza es necesario se le otorgue el equipo de protección adecuado. Todavía hay unidades de Salud y lugares donde hay pacientes bastante críticos, y el personal no tiene ni siquiera una mascarilla N95 y estamos hablando de enfermeras y médicos”, denunció Rodríguez.
El sindicato de Sitrasalud indicó que es necesario que se establezca un mejor sistema de trabajo para el personal de salud que está cansado por trabajar sin cesar desde hace cuatro meses.
“Hay sobresaturación de trabajo del personal que está al frente de la pandemia sin parar, ya comienza haber cansancio”, insistió Silvia Navarrete, secretaria General de Sitrasalud. Agregó que están obligando al personal de salud con síntomas de COVID-19 a trabajar, y denunció que personas con enfermedades crónicas siguen laborando.
“Hay personal de salud que está con sintomatología, sin embargo no se le toman pruebas ni en el Seguro Social y así los están obligando a trabajar. Y solo los diagnostican con faringitis, bronquitis aguda u otro tipo de patología y aún así tiene que ir a trabajar”, indicó Luis Rodríguez.
La carga moral de los decesos y personas infectadas con COVID-19 en el sector de salud genera reacciones de miedo. “Estamos viendo enfermeras de cuidados intensivos que están teniendo una sobrecarga muy alta y poco aconsejable para poder atender a los pacientes”, dijo Carlos Godínez, quien trabaja en la UCI del hospital Rosales.
Agregó que se está dando atención hospitalaria a personal de salud y eso genera estrés al personal, tanto a nivel laboral como familiar.
Esto genera miedo en el resto del personal porque están viendo que sus colegas se están enfermando y luego vienen los que mueren y estos afectan profundamente al personal y genera duelo, comentó Godínez.
El intensivista instó al Gobierno a revisar los protocolos, proveer del material adecuado a su personal y verificar que sea entregado a los centros de salud que más lo necesitan.
Además hizo un llamado a sus compañeros de trabajo para verificar y ejercer una estricta vigilancia a fin de que se cumplan los procesos adecuados para evitar contaminarse por el virus, así como evitar que el personal de riesgo que no ejerce una función indispensable en el centro de salud se exponga a contraer el virus.
Ayer, a pesar que hubo conferencia de prensa de Salud, Francisco Alabí no comentó nada sobre los decesos del personal sanitario del país.