ICE planea invertir $100 millones de dólares en campaña masiva de reclutamiento en EE.UU.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) prevé invertir alrededor de 100 millones de dólares durante un año en una campaña de reclutamiento de gran escala para ampliar su plantilla, en el marco del endurecimiento de la política migratoria impulsada por el Gobierno federal

De acuerdo con información revelada por The Washington Post, la estrategia —denominada internamente “reclutamiento en tiempos de guerra”— está orientada a captar perfiles con afinidad al ámbito militar, defensores del derecho a portar armas y sectores conservadores críticos de la inmigración.

El plan contempla una fuerte presencia en redes sociales, el uso de influencers conservadores, campañas publicitarias geolocalizadas y anuncios dirigidos a personas que asisten a eventos como peleas de la UFC, carreras de NASCAR, ferias de armas o que muestran interés en equipamiento táctico y contenido patriótico. La estrategia también incluye publicidad en plataformas como Snapchat y Rumble, esta última muy popular entre audiencias conservadoras.

Uno de los ejes centrales es el uso de tecnología de “geofencing”, que permite enviar anuncios a teléfonos móviles ubicados en zonas específicas durante determinados eventos o en las cercanías de bases militares y tiendas especializadas.

La iniciativa se produce luego de que el Congreso de EE.UU. triplicara en julio el presupuesto de ICE para arrestos y deportaciones, elevándolo hasta los 30.000 millones de dólares. El Departamento de Seguridad Nacional ha manifestado además su intención de aumentar la plantilla de la agencia, que actualmente cuenta con unos 20.000 empleados, con la incorporación de 10.000 funcionarios adicionales.

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Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, el presidente Donald Trump ha intensificado su ofensiva contra la inmigración ilegal. Aunque las cifras oficiales aún no están consolidadas, se estima que cientos de miles de personas habrían sido deportadas en 2025, mientras que más de un millón de migrantes en situación irregular podrían haberse acogido a un programa de autodeportación incentivada promovido por el Gobierno federal.