Organización de latinos pide a Home Depot frenar redadas de ICE contra jornaleros

La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), considerada la organización hispana más antigua y de mayor influencia en Estados Unidos, instó a la cadena de tiendas Home Depot a impedir el ingreso de agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a sus instalaciones cuando no cuenten con una orden judicial.

El pronunciamiento se dio tras múltiples redadas registradas en los estacionamientos de la empresa, sitios donde a diario decenas de jornaleros migrantes esperan ser contratados para trabajos temporales en construcción, jardinería o mudanzas.

“Los jornaleros y sus familias no deben estar sujetos al temor de ser perseguidos en estacionamientos mientras buscan un trabajo honesto”, afirmó Román Palomares, presidente nacional de LULAC, en un comunicado difundido el martes.

Redadas con consecuencias mortales y creciente tensión en California

La polémica ha crecido especialmente en Los Ángeles, donde los operativos de ICE en los alrededores de Home Depot han provocado escenas de pánico y enfrentamientos entre agentes y manifestantes. La semana pasada se registró un caso trágico, el de Carlos Roberto Montoya, un guatemalteco de 52 años, murió atropellado en la autopista de Monrovia, en el condado de Los Ángeles, mientras intentaba huir de una redada.

Este tipo de sucesos ha encendido las alarmas de organizaciones civiles y líderes comunitarios, quienes señalan que la persecución de trabajadores en busca de empleo informal no solo vulnera los derechos humanos, sino que además genera riesgos para la seguridad pública.

“Home Depot es una empresa de la lista Fortune 500 que se beneficia de la misma mano de obra y comunidades que ahora están siendo atacadas. Con su tamaño, alcance e influencia, no puede alegar neutralidad; permitir que ICE opere en sus estacionamientos es complicidad”, sentenció Palomares.

El precedente de otras instituciones frente a ICE

LULAC recordó que no sería la primera vez que una institución privada o pública se opone de manera firme al ingreso de ICE a sus instalaciones. El equipo de béisbol Los Ángeles Dodgers, por ejemplo, negó la entrada a los agentes a las zonas de estacionamiento del Dodger Stadium, alegando derechos de propiedad privada.

De igual forma, la Junta de Educación de Chicago aprobó una resolución que prohíbe a ICE ingresar a escuelas sin una orden judicial. Para la organización hispana, estos casos demuestran que existe un margen legal y ético para que compañías del tamaño de Home Depot adopten medidas de protección hacia comunidades vulnerables.

Un llamado al diálogo con Home Depot

Palomares solicitó reunirse directamente con Ted Decker, director ejecutivo de Home Depot, para discutir políticas concretas que garanticen la seguridad de los jornaleros. Entre las propuestas, LULAC plantea establecer lineamientos claros que restrinjan la presencia de ICE en propiedades privadas y refuercen la confianza de trabajadores y clientes.

Aunque Home Depot aún no ha respondido oficialmente al pronunciamiento, la presión sobre la compañía aumenta. Analistas señalan que el tema no solo tiene un componente legal, sino también reputacional, ya que la empresa es una de las más grandes del sector de mejoras para el hogar en Estados Unidos, con miles de empleados hispanos y una clientela diversa que observa con atención su postura frente a los derechos de los migrantes.

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La vulnerabilidad de los jornaleros migrantes

Los jornaleros, muchos de ellos indocumentados, suelen reunirse cada mañana en puntos estratégicos de distintas ciudades para conseguir trabajo por horas o por día. En lugares como California y Texas, los estacionamientos de Home Depot se han convertido en espacios habituales para este tipo de contrataciones informales.

Sin embargo, la presencia de ICE ha transformado lo que antes era un punto de encuentro laboral en un escenario de temor. Los testimonios de trabajadores relataron persecuciones repentinas, revisiones arbitrarias y un clima de hostigamiento que impacta directamente en sus familias.

Diversos estudios señalan que la población jornalera desempeña un papel clave en la economía estadounidense, especialmente en áreas como construcción, jardinería y mantenimiento. Sin embargo, también constituye uno de los sectores más desprotegidos, al carecer de contratos formales, beneficios laborales y respaldo legal en caso de accidentes o abusos.

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¿Qué está en juego para Home Depot?

El debate sobre el papel de Home Depot frente a las redadas de ICE no se limita a un tema legal. Para LULAC y otras organizaciones, está en juego la responsabilidad social corporativa de una empresa que, en gran medida, se nutre del trabajo y consumo de comunidades latinas.

La decisión de limitar el acceso a ICE, como ya lo hicieron los Dodgers y la Junta de Educación de Chicago, enviaría un mensaje contundente sobre el compromiso con la dignidad y seguridad de sus clientes y trabajadores.

Mientras tanto, la organización hispana sigue presionando para que la empresa actúe y se convierta en un aliado en la defensa de los derechos humanos. El desenlace podría sentar un precedente importante para la relación entre grandes corporaciones y las comunidades inmigrantes en Estados Unidos.