A Mark Holmgren, de 37 años, le amputaron el brazo por motivos médicos hace algunos meses en Canadá y al no querer que sus huesos terminaran en la basura contrató a un taxidermisa para que le ayudara a conservarlos.
Holmgren sufrió un accidente de motocicleta cuando era un adolescente, al caerse se fracturó el hombre y brazo.
“Manejaba demasiado rápido y en una curva resbalé y me fui al suelo. Corté los nervios de mi hombro. Desde aquel día ya no pude usar mi brazo. No lo podía mover y tampoco sentía nada”, explicó a la cadena CBC.
Sin embargo, fue hasta 20 años más tarde que tomó la decisión de amputarse el brazo. El hombre dijo que tenía la esperanza de que surgiera algún avance tecnológico que le permitiera resolver su caso. Pero nunca se produjo.
“Pensé ‘voy a esperar, seguro que serán capaces de hacer algo con mi brazo, inventarán algo nuevo o me darán un brazo robótico’. Pero nada sucedía, y al final decidí seguir adelante”, señaló.
Holmgren, un mes después de la operación, llegó al hospital de Edmonton para que le dieran los huesos de su brazo. Los guardó por 30 días en un congelador.
Un taxidermista le ayudó a disecar el esqueleto y desde el 23 de diciembre del 2019 los tiene en su casa.
“Lo más destacado del año ha sido trabajar en este proyecto. Nos pidió si podíamos limpiar su brazo. Es lo más extraño que hemos hecho, pero nos sentimos bastante realizados al ver el resultado”, explicaron de Legends Taxidermy.
Mark Holmgren se mostró orgulloso del trabajo que había logrado. “Estoy feliz por haberlo hecho, aunque entiendo que no sea algo que guste a todo el mundo”, relató Biobiochile.