Último estudio sobre uso de la hidroxicloroquina para tratar COVID-19 destaca efectividad, pero se mantiene el debate mundial
Actualmente, no existe ninguna vacuna ni tratamiento contra la COVID-19 y la comunidad científica mundial trabaja a contrarreloj para dar con el producto que permitirá contener la pandemia.
El equipo del doctor francés Didier Raoult, ferviente defensor de la hidroxicloroquina para tratar la COVID-19, presentó un nuevo estudio destacando sus virtudes, pero la metodología empleada volvió a ser objeto el viernes de críticas de la comunidad científica.
La hidroxicloroquina, un derivado del antipalúdico cloroquina, “asociada” con el antibiótico azitromicina y “administrada inmediatamente después del diagnóstico, es un tratamiento sin peligro y eficaz contra la COVID-19”, afirma la conclusión del resumen de este nuevo estudio.
Este fue presentado el jueves al presidente francés, Emmanuel Macron, que visitó por sorpresa en Marsella (sureste) al ya célebre doctor Raoult, especialista en enfermedades infecciosas.
Actualmente, no existe ninguna vacuna ni tratamiento contra la COVID-19 y la comunidad científica mundial trabaja a contrarreloj para dar con el producto que permitirá contener la pandemia.
La posibilidad de extender el uso de la hidroxicloroquina se ha convertido en parte del debate mundial.
En el último estudio de Raoult, 1,061 pacientes que dieron positivo al nuevo coronavirus recibieron durante “al menos tres días” el tratamiento propuesto.
Al cabo de diez días, nueve de cada diez presentaban una carga viral nula, es decir, ni rastro de la enfermedad. Cinco pacientes (0.5%), entre 74 y 95 años, murieron.
Este porcentaje es “significativamente más bajo” que entre los “pacientes tratados bajo otros regímenes”, afirma este resumen, que añade que “no se observó ninguna toxicidad cardíaca”.