Guatemala registra casos de niños con “raro” síndrome inflamatorio vinculado al COVID-19

El extraño padecimiento es similar al conocido como síndrome de Kawasaki -que afecta las arterias- y que en regiones como Europa o países como Estados Unidos se identificó alrededor de un mes posterior a los picos altos de la pandemia.

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Guatemala reportó dos casos de niños con síndrome inflamatorio relacionado al coronavirus. Foto/AFP

Por Agencia EFE/ L. Alas

2020-09-08 10:31:21

El director de la Comisión Presidencial para la Atención de la Emergencia COVID-19 (Coprecovid) de Guatemala, Edwin Asturias, advirtió este martes que han tenido conocimiento de por lo menos dos casos del síndrome inflamatorio por COVID-19 en niños, por lo que instó a los padres de familia e infectólogos a estar alertas.

Asturias aseguró que este síndrome inflamatorio es “extremadamente raro”, similar al conocido como síndrome de Kawasaki -que afecta las arterias- y que en regiones como Europa o países como Estados Unidos se identificó alrededor de un mes posterior a los picos altos de la pandemia.

“Por lo menos hay dos casos reportados en este momento, tanto del Hospital Roosevelt (el más grande del país centroamericano), como creo que en uno de los (centros asistenciales) privados. Sabemos que los infectólogos pediatras están muy alertas con respecto a este diagnóstico. No existe una vigilancia específica del Ministerio (de Salud) con respecto a este síndrome, pero es muy importante que lo reporten si en caso lo ven”, aseveró Asturias.

El pediatra e infectólogo recomendó a los padres y madres revisar “si su niño desarrolla fiebre persistente por más de cinco días, inyección en los ojos, hinchazón en manos y piel y una erupción en la piel, sobre todo, si (el menor) está muy irritable, pues podría ser el síndrome inflamatorio asociado con coronavirus”.

Agregó que en el mundo se han visto “complicaciones” en los niños con este nuevo síndrome inflamatorio, aunque enfatizó que en el caso de Kawasaki, “puede ser manejable y curable”.

En información retomada del medio guatemalteco Prensa Libre, el jefe de Pediatría del hospital Roosevelt, Ricardo Menéndez, explica que “el síndrome inflamatorio multisistémico tiene manifestaciones como fiebre, ganglios, manchas en la piel y en un 10 por ciento de los casos puede tener complicaciones como afecciones cardiacas, dilatación de las coronarias y miocardiopatia”.

En declaraciones al noticiero Guatevisión, el médico agregó que en ese centro asistencial han atendido por lo menos 15 casos de menores de edad con sospechas de padecer el síndrome inflamatorio tras haber tenido el virus del SARS-CoV-2.

Menéndez indicó a los medios locales que el síndrome es tratable, pero su costo es alto, pues los medicamentos que se administran a los pacientes pueden costar hasta 10,000 quetzales (unos 1,291 dólares estadounidenses)

Guatemala ha registrado un total un total de 78,721 casos positivos acumulados de coronavirus, de los cuales el 3.7 por ciento han fallecido, es decir 2,890 defunciones.

En promedio, el país ha realizado 1,250 pruebas diarias desde el 13 de febrero, mientras la media del continente roza los 4,000 test cada 24 horas, según organismos internacionales.

Sin embargo, el domingo, el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, aseguró que los casos de la COVID-19 y muertes por la enfermedad en el país muestran una tendencia descendente desde hace varias semanas.

El Gobierno ordenó la reapertura del país el 27 de julio pasado y reanudará a partir del próximo 18 de septiembre los vuelos comerciales con pasajeros tras poco más de seis meses desde el cierre de su principal aeropuerto por el COVID-19, el 15 de marzo, dos días después del primer caso detectado.

El pasado lunes, investigadores del Hospital Pediátrico Bambino Gèsu, del Vaticano, descubrieron el mecanismo que provoca la grave respuesta inflamatoria por COVID-19 en niños, confundida inicialmente con la enfermedad de Kawasaki, lo que abre la puerta al diagnóstico precoz con pruebas específicas y a un tratamiento, según fuentes del nosocomio.

El estudio observa que tanto la nueva inflamación como el síndrome Kawasaki alteran los niveles de citocinas (medidores de la inflamación) involucradas en la respuesta inmune, pero con algunas diferencias.