Tensión en Benín tras fallido intento de golpe de Estado, según el gobierno

El gobierno de Benín aseguró este domingo que un intento de golpe de Estado fue “frustrado” por las Fuerzas Armadas, luego de que un grupo de militares afirmara haber “destituido” al presidente Patrice Talon desde la televisión pública. El hecho encendió alertas en Cotonú, donde testigos reportaron disparos durante la madrugada.

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Un levantamiento sofocado con rapidez

En un mensaje televisado, el ministro del Interior, Alassane Seidou, explicó que “un pequeño grupo de soldados inició una sublevación con el objetivo de desestabilizar al Estado y sus instituciones”. Señaló que la respuesta militar evitó que la maniobra avanzara y que la cadena de mando conservó el control.

Las primeras horas del domingo estuvieron marcadas por la irrupción de militares que se identificaron como Comité Militar para la Refundación (CMR). El grupo anunció la “destitución” del presidente Talon desde la señal de la televisión pública, que fue interrumpida instantes después.

Fuentes cercanas al presidente indicaron a AFP que Talon está a salvo y que las fuerzas regulares retomaron posiciones estratégicas. “Se trata de un pequeño grupo de personas que solo controla la televisión. El ejército regular está retomando el control. La ciudad y el país están totalmente en seguridad, al igual que el presidente y su familia”, afirmó una de las fuentes citadas por la agencia.

Una fuente militar también aseguró que la situación está “bajo control” y que los golpistas no tomaron “ni la residencia del jefe de Estado, ni la presidencia de la República”. Añadió que “es cuestión de tiempo para que todo vuelva a la normalidad”.

Restricciones y movimiento limitado en Cotonú

Durante la jornada, accesos a la televisión nacional y a la presidencia permanecieron bloqueados por militares, según constató un periodista de AFP. También se restringió el paso en zonas específicas de Cotonú, como el hotel Sofitel y barrios donde se ubican varias instituciones internacionales.

La embajada de Francia informó en X que “se han oído disparos en Camp Guezo, cerca del domicilio del presidente de la República” e instó a ciudadanos franceses a permanecer en sus casas “por razones de seguridad”.

A pesar de las tensiones iniciales, no se registró presencia militar inusual ni en el aeropuerto ni en la mayoría de áreas de la ciudad, donde la actividad cotidiana se mantuvo con relativa normalidad.

Un país con antecedentes de inestabilidad

La historia política de Benín ha estado atravesada por varios golpes de Estado o intentos de golpe desde la segunda mitad del siglo XX. Aunque en las últimas décadas el país fue considerado un referente de estabilidad democrática en África Occidental, el panorama político actual muestra mayor fricción.

Talon, en el poder desde 2016, concluirá en abril de 2026 su segundo y último mandato, como establece la Constitución. Su gobierno es reconocido por el impulso económico del país, aunque críticos sostienen que ha endurecido el clima político y limitado el espacio de la oposición. El principal partido opositor está excluido de las próximas elecciones, donde competirá un candidato considerado moderado frente al partido oficialista.

Benín mantiene una economía sólida para los estándares regionales, pero ha enfrentado desafíos como el avance de grupos yihadistas en su zona norte, que ha exigido mayor inversión en seguridad.

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Una región marcada por golpes de Estado

El fallido intento de levantamiento ocurre en un contexto regional complejo. Desde 2020, África Occidental ha visto una sucesión de golpes militares en Malí, Burkina Faso, Níger, Guinea y, más recientemente, Guinea-Bisáu. Este patrón ha tensado la relación entre gobiernos civiles, fuerzas armadas y organismos internacionales, además de elevar la preocupación por la estabilidad democrática en la región.

Aunque las autoridades beninesas aseguran que la situación está bajo control, el episodio refuerza las inquietudes sobre la fragilidad política en África Occidental y la necesidad de fortalecer mecanismos de prevención de crisis institucionales. Por ahora, el gobierno insiste en que la calma retornará de forma progresiva y que la transición prevista hacia abril se mantiene sin cambios.