EE.UU. rechaza anexión israelí en Cisjordania ocupada

El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, rechazó este jueves cualquier intento de anexión de Cisjordania por parte de Israel, luego de que el Parlamento israelí discutiera proyectos de ley para extender su soberanía sobre ese territorio palestino ocupado desde 1967. La declaración se produce antes de la visita a Israel del secretario de Estado, Marco Rubio, quien también expresó su oposición a esas iniciativas.

El Parlamento israelí aprobó someter a debate dos proyectos de ley que buscan ampliar la soberanía israelí en Cisjordania. Para Washington, estas propuestas ponen en riesgo los esfuerzos diplomáticos para mantener el frágil cese del fuego en la Franja de Gaza, vigente desde hace casi dos semanas, tras dos años de guerra que comenzaron con el ataque de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre de 2023.

“La política de la administración Trump es que Cisjordania no será anexionada por Israel, y esa seguirá siendo nuestra política”, declaró Vance al finalizar su visita a Israel. Añadió que, si la discusión en el Parlamento fue una maniobra política, “fue una maniobra política muy estúpida” y que la considera “un insulto”.

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Antes de viajar a Israel, Marco Rubio también criticó los pasos hacia la anexión, señalando que amenazan el acuerdo de paz impulsado por el presidente Donald Trump. “No es algo que podamos apoyar por el momento”, dijo el secretario de Estado, quien tiene previsto reunirse este viernes con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

A finales de septiembre, el presidente Trump afirmó que la anexión de territorios palestinos no está en discusión. “Eso no va a suceder, ya hemos tenido suficiente”, dijo en el Despacho Oval.

Los proyectos de anexión cuentan con el respaldo de los partidos de extrema derecha israelí, de los cuales depende la coalición de gobierno de Netanyahu.

Altos funcionarios estadounidenses han viajado a Israel en las últimas semanas para intentar reforzar el cese del fuego en Gaza, que entró en vigor el 10 de octubre con base en un plan propuesto por Trump. Sin embargo, el acuerdo ha enfrentado dificultades. El domingo pasado, hubo enfrentamientos mortales en Gaza y acusaciones mutuas de violar la tregua.

Tras reunirse con Netanyahu, Vance reconoció que los próximos pasos del acuerdo —como el desarme de Hamás y la reconstrucción de Gaza— serán “muy difíciles”. Explicó que el objetivo es “desarmar a Hamás, reconstruir Gaza, mejorar la vida de la población y garantizar que Hamás deje de ser una amenaza para Israel”.

La primera fase del pacto contempla el cese de las hostilidades, la liberación de todos los rehenes —vivos y muertos— en manos de Hamás, la retirada progresiva de las fuerzas israelíes de Gaza y la entrada de ayuda humanitaria al territorio.

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El 13 de octubre, Hamás liberó a 20 rehenes vivos y debía entregar 28 cuerpos, pero hasta ahora solo ha devuelto 15, alegando dificultades para localizar los restos entre los escombros causados por la ofensiva israelí. A cambio, Israel entregó 195 cuerpos de palestinos y retiró parte de sus tropas, aunque aún mantiene el control de aproximadamente la mitad del enclave. La ONU ha señalado que la ayuda humanitaria sigue siendo insuficiente.

Las fases siguientes del plan de paz prevén el despliegue de una fuerza de seguridad internacional para garantizar la estabilidad en Gaza. Vance descartó el envío de tropas estadounidenses, pero afirmó que su gobierno está buscando países que puedan participar en esa misión.

Hasta el momento, Hamás ha rechazado la posibilidad de desarmarse. Sus combatientes han recuperado el control de varias zonas de Gaza y combaten contra otros grupos armados, a los que acusan de colaborar con Israel. Netanyahu ha reiterado que su objetivo es eliminar a Hamás, que tomó el poder en Gaza en 2007.

El ataque del 7 de octubre de 2023 causó la muerte de 1,221 personas en Israel, en su mayoría civiles, según datos oficiales recopilados por AFP. En respuesta, Israel lanzó una ofensiva en Gaza que, según el Ministerio de Salud del territorio, ha dejado 68,280 muertos, también en su mayoría civiles. La ONU considera esas cifras como fiables.

Mientras tanto, la Asociación de Prensa Extranjera en Jerusalén expresó su decepción por la decisión de la Corte Suprema israelí de posponer una resolución sobre el ingreso de periodistas extranjeros a Gaza. Desde el inicio del conflicto, las autoridades israelíes han impedido el acceso independiente de medios internacionales al territorio, lo que ha dificultado la verificación de la situación humanitaria sobre el terreno.

La tensión entre los gobiernos de Estados Unidos e Israel se mantiene en torno a los proyectos de anexión y a la aplicación del plan de paz de Trump. Washington insiste en que cualquier movimiento unilateral puede poner en riesgo la tregua y los esfuerzos internacionales para estabilizar la región.

Por ahora, el futuro del acuerdo dependerá de la cooperación entre ambas partes, del cumplimiento de los compromisos asumidos por Israel y Hamás, y del apoyo de la comunidad internacional para la reconstrucción de Gaza y la búsqueda de una solución duradera al conflicto.