Erin inunda costas de Carolina del Norte y Virginia tras acercarse a tierra firme
Erin, huracán categoría 2, dejó carreteras inundadas en Carolina del Norte y Virginia. El fenómeno continúa avanzando mar adentro con fuerte oleaje.
Por
Lissette Figueroa
Publicado el 21 de agosto de 2025
El huracán Erin, de categoría 2, dejó inundaciones en Carolina del Norte y Virginia antes de avanzar mar adentro. Con vientos de hasta 169 km/h, el ciclón anegó carreteras y provocó advertencias por oleaje peligroso en gran parte de la costa este de Estados Unidos. Aunque su ojo no tocó tierra, sus efectos alcanzaron 425 km a la redonda, afectando miles de personas. Erin es la quinta gran tormenta de la activa temporada 2025, que la NOAA anticipa más intensa de lo normal. Expertos advierten que el cambio climático potencia huracanes más destructivos y riesgos de marejadas ciclónicas.
El huracán Erin, actualmente de categoría 2, generó severas inundaciones en partes de las costas del este de Estados Unidos durante la madrugada de este jueves, en su paso más cercano al continente. Las autoridades reportaron que grandes olas anegaron tramos de la carretera 12, principal vía que conecta las islas Outer Banks, en Carolina del Norte, volviendo algunas zonas intransitables.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) advirtió que la tormenta, con vientos sostenidos de hasta 169 km/h, tiene la capacidad de provocar marejadas peligrosas a varios cientos de kilómetros de su centro, una característica típica de ciclones de gran tamaño.
Bañistas alertados y desplazamiento hacia el norte
Aunque los mayores impactos se han concentrado en el Atlántico Medio, las autoridades meteorológicas han extendido sus recomendaciones a toda la Costa Este de EE.UU., pidiendo a los ciudadanos evitar ingresar al mar debido a las condiciones potencialmente mortales del oleaje.
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Según la última actualización del NHC, Erin avanza lentamente hacia el norte-noreste y se espera que comience a debilitarse conforme se interne en aguas abiertas durante los próximos días.
Temporada de huracanes sigue activa y con potencial superior al promedio
La temporada ciclónica del Atlántico —que se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre— ha registrado hasta ahora cinco grandes tormentas, incluyendo a Erin. A pesar de este inicio relativamente moderado, la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) mantiene su previsión de una temporada más activa de lo habitual.
Científicos atribuyen esta tendencia al cambio climático. El aumento de la temperatura en los océanos potencia la fuerza de los vientos, incrementa la cantidad de lluvia y amplifica las mareas, lo que genera ciclones más intensos y destructivos. También se estudia si estos cambios están contribuyendo a una mayor frecuencia de huracanes.
Erin ya había encendido las alertas desde el miércoles 20 de agosto
Un día antes de provocar inundaciones en la costa este de Estados Unidos, el huracán Erin ya era motivo de preocupación para millones de personas en el litoral atlántico. La mañana del miércoles 20 de agosto, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) reportó que el sistema, de categoría 2, se desplazaba con vientos sostenidos de hasta 155 kilómetros por hora y generaba condiciones peligrosas en mar abierto.

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En ese momento, el centro del huracán se ubicaba a unos 645 kilómetros al sureste de Cabo Hatteras, Carolina del Norte, avanzando hacia el noroeste a 20 kilómetros por hora. Aunque no se esperaba un impacto directo en tierra, los pronósticos ya advertían que Erin giraría hacia el norte y luego al noreste entre miércoles y jueves, afectando una amplia franja costera con oleaje elevado, corrientes de resaca y lluvias intensas.
El NHC calificó el escenario como “potencialmente mortal” y emitió un aviso de marejada ciclónica desde Cape Lookout hasta Duck, en Carolina del Norte. También estaban vigentes alertas de tormenta tropical entre Beaufort Inlet y la frontera con Virginia, además de una vigilancia en el archipiélago de Bermudas.
Las bandas externas del huracán comenzaron a tocar tierra desde la noche del miércoles, especialmente en Carolina del Norte, donde se registraron ráfagas de viento, aguaceros intermitentes y deterioro en las condiciones marítimas. Las autoridades locales pidieron a los residentes acatar las órdenes de evacuación y mantenerse atentos a los reportes oficiales.
Erin, de gran tamaño, tenía vientos con fuerza de huracán que se extendían hasta 150 kilómetros desde su centro y vientos de tormenta tropical que alcanzaban los 425 kilómetros. Esta amplitud aumentó el área de impacto, incluso sin un impacto directo del ojo del huracán.
El ciclón se había originado la semana anterior cerca de las islas de Cabo Verde, dejando siete muertos en África. En su evolución, fue ganando fuerza en el Atlántico central hasta convertirse en huracán el viernes 16 de agosto. Erin sucedió a otros sistemas como Andrea, Barry, Dexter y Chantal, siendo este último el primero en tocar tierra en EE.UU. este año.
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