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Empresas y servicios postales de todo el mundo han suspendido envíos a consumidores estadounidenses. Foto: Archivo.

¿Exportás paquetes pequeños a Estados Unidos? Ojo con cambios en aranceles

La eliminación de exenciones arancelarias sacude el comercio internacional de pequeños envíos hacia EE. UU.

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Por AFP
Publicado el 28 de agosto de 2025


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La decisión del gobierno de Donald Trump de eliminar la exención arancelaria que permitía importar paquetes de menos de 800 dólares sin impuestos desató un colapso en los envíos hacia Estados Unidos.

En Estados Unidos existe una figura llamada exención arancelaria para pequeños envíos, que hasta ahora permitía que los paquetes con un valor inferior a 800 dólares ingresaran al país sin pagar impuestos de importación. Esa medida, vigente desde hace años y clave para el comercio electrónico global, será eliminada este 29 de agosto por decisión del gobierno de Donald Trump.

El cambio ha provocado un terremoto logístico, ya que empresas y servicios postales de todo el mundo han suspendido envíos a consumidores estadounidenses, los precios podrían aumentar y las pequeñas compañías que dependen del mercado de EE. UU. temen por su supervivencia.

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Impacto en El Salvador

Para los pequeños exportadores salvadoreños, esta medida representa un duro golpe. Muchos emprendedores que envían café especial, artesanías, textiles y alimentos nostálgicos a través de plataformas como Etsy, Amazon Handmade o incluso por redes sociales dependen de los consumidores estadounidenses como su principal mercado.

Con la eliminación de la exención, cada paquete desde El Salvador deberá pasar por aduanas y pagar impuestos, lo que encarecerá los productos y reducirá su competitividad.

La diáspora salvadoreña en EE. UU., que con frecuencia compra directamente a productores locales para mantener un vínculo con su país de origen, también se verá afectada. Al enfrentarse a mayores costos y retrasos, muchos optarán por adquirir sustitutos en el mercado estadounidense, debilitando aún más la demanda hacia emprendedores salvadoreños.

Una exención que se acaba

La derogación de la norma pone fin a un mecanismo que abarataba las compras transfronterizas y que beneficiaba tanto a consumidores como a vendedores extranjeros.

Ahora, cada paquete deberá pasar por aduanas y estar sujeto a la aplicación de impuestos, lo que en la práctica significará retrasos, más costos y, en muchos casos, la imposibilidad de enviar productos a Estados Unidos.

El anuncio oficial desencadenó reacciones inmediatas. Los servicios postales de Alemania, Australia, Francia, India, Italia y Japón comunicaron que dejarían de aceptar la mayoría de los paquetes hacia EE. UU.

Incluso el Royal Mail británico, tras suspender entregas, se vio obligado a diseñar “nuevos servicios para que los clientes sigan enviando mercancías a Estados Unidos”.

Por su parte, la Unión Postal Universal de las Naciones Unidas informó que al menos 25 países miembros suspendieron los envíos postales salientes hacia territorio estadounidense, confirmando la magnitud global de la medida.

Trump sobre aranceles
La derogación de la norma pone fin a un mecanismo que abarataba las compras transfronterizas y que beneficiaba tanto a consumidores como a vendedores extranjeros. Foto: Archivo.

Empresas en alerta: testimonios de pequeños comerciantes

El cambio ha afectado de manera particular a pequeños minoristas que dependen de compradores estadounidenses.

La británica Liz Nieburg, propietaria de la tienda SocksFox (que vende calcetines, ropa interior y pijamas), relató que algunos de sus clientes en EE. UU. hicieron pedidos anticipados para evitar los costos adicionales. Sin embargo, advirtió que esa estrategia es arriesgada debido a la posible saturación en aduanas.

Nieburg fue clara al señalar que no puede absorber el golpe: “Nuestros márgenes son demasiado ajustados para poder absorberlos”. Además, explicó que los compradores estadounidenses representan alrededor del 20% de sus ventas, un segmento que quedará seriamente afectado.

En Canadá, Haley Massicotte, directora de la empresa Oak & Willow (productos de limpieza), señaló que la confusión es otro de los problemas: “Es bastante perjudicial para nosotros, porque es un momento muy confuso para nuestros clientes”.

Massicotte añadió que muchos compradores no comprenden cómo funcionan los aranceles: “Los consumidores estadounidenses no siempre comprenden cómo funcionan los aranceles y cómo podrían tener que asumir costes adicionales”. Y, aunque su empresa intentará resistir, la situación no es sencilla: “Haremos todo lo posible para no subir los precios”.

En Asia, la ceramista Sarah Louise Jour, con sede en Bangkok, se ha visto obligada a contratar servicios de mensajería más costosos tras la suspensión del correo tailandés hacia EE. UU. El impacto es directo, ya que el 90% de sus ventas se concentra en consumidores estadounidenses.

“No tengo tiempo para preocuparme porque debo pensar en mi equipo”, declaró. Aunque espera mantener ventas en la temporada navideña, reconoce que el futuro posterior luce sombrío.

Grandes plataformas también se ven afectadas por Estados Unidos

Las plataformas de e-commerce de gran escala tampoco escapan al impacto, aunque tienen mayor margen de maniobra.

El profesor Li Chen, de la Universidad Cornell, explicó que el ajuste no es inmediato: “A los servicios postales les lleva tiempo desarrollar sistemas de recaudación de impuestos y eliminar la exención para paquetes pequeños”.

Chen advirtió que los consumidores sentirán las consecuencias: “Para el consumidor es probable que haya retrasos, ya que ahora todos los paquetes tienen que pasar por aduanas”.

Además, subrayó que los precios podrían subir: “El impacto en las pequeñas empresas probablemente será mucho mayor que en las grandes”. Mientras compañías como Shein o Temu pueden absorber parte de los costos por su diversificación, los pequeños minoristas tienen menos margen de adaptación.

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Estados Unidos: impacto en fabricantes locales

La decisión también golpea a empresas estadounidenses que producen en el extranjero.

Ken Huening, fundador de CoverSeal, con sede en California, fabrica sus fundas protectoras en China y México. La eliminación de la exención lo obligó a modificar su modelo: “Actualmente, los servicios textiles y de manufactura no están disponibles en Estados Unidos. Podrían estarlo en el futuro, pero para entonces, todos habremos cerrado”.

Huening ya tuvo que suprimir el envío gratuito para sus clientes, lo que evidencia cómo la medida afecta incluso a empresas norteamericanas integradas en cadenas globales de producción.

Confusión y futuro incierto

El desconcierto domina el ambiente. Las compañías Deutsche Post y DHL anunciaron que suspendían entregas debido a “dudas persistentes sobre la recaudación de aranceles aduaneros”.

La falta de claridad genera retrasos, incrementa costos y obliga a consumidores y empresas a replantear su relación comercial con Estados Unidos.

Como resumió Haley Massicotte, de Oak & Willow: “Esta guerra arancelaria solo va a perjudicar al consumidor estadounidense y canadiense, especialmente a los pequeños empresarios”.

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