El terrible testimonio de Fany, sobreviviente de violencia de género: “Si no vas a ser para mí, no vas a ser para nadie”

La expareja de esta joven mexicana la roció con gasolina y quemó después de que ella decidiera dejarlo. El crimen aún sigue impune.

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Por N. Hernández / Agencias

2019-11-25 11:09:54

Fany tenía 18 años cuando su novio la secuestro, golpeó, roció con gasolina y la quemó, aún llora al hablar sobre esa terrible experiencia, pero dice tener la esperanza que su testimonio sirva a otras mujeres que estén viviendo en ambientes de violencia o al igual que ella hayan sido víctimas de violencia de género.

Ahora es maestra de preescolar y madre de un niño de dos años, ella es una de las muchas mexicanas que han sobrevivido agresiones.

El testimonio:

“Si no vas a ser para mí, no vas a ser para nadie”, dijo Jovani a Fany antes de intentar asesinarla.

“Habían pasado dos días desde que lo había terminado y me lo encontré en la calle, me metió a su coche y me llevó a su casa y me encerró. Ahí empezó a reclamarme que él ya tenía planeado hacer una familia conmigo, que se quería casar. Se descontroló. Empezó a empujarme, a golpearme, después metió galones de gasolina y después me bañó completa y me prendió fuego. Me quemó y se estuvo burlando de mi. Me decía que ya no iba a ser bonita, que cualquiera que me viera iba a ver las cicatrices, iba a ver un rostro quemado.

El vientre y las piernas si están llenas de cicatrices, algunas partes todavía no se terminan de regenerar.

(Él) Traía un arma. Me dijo que yo lo iba a matar de la desesperación. Me vas a matar y tú te vas a ir muriendo del dolor, nadie te va a salvar, nadie te va a sacar de aquí”.

Fany no recuerda cuánto tiempo estuvo encerrada con su agresor, sus gritos no fueron escuchados porque Jovani tenía música con alto volumen.

Recuerda que cuando su cuerpo estaba en llamas, él la colocó bajo la ducha, pero el agua no era suficiente para los galones de gasolina que tenía encima y las llamas. El agua no pudo apagar las llamas, finalmente él se subió sobre ella y logró apagar el fuego con una sábana mojada.

En este punto, el dolor que carcomía su cuerpo impulsó con más fuerza sus gritos y fueron escuchados por una pareja de vecinos, quienes llegaron hasta la casa y tocaron insistentemente. Amenazaron con llamar a la Policía si la puerta no era abierta.

“A la hora que abre lo empujo y salgo corriendo, y me pongo atrás de ellos, luego corrí sin detenerme hasta que me metí a la casa de los vecinos. Pedía ayuda, que me llevaran a un hospital pero Jovani no quería. La pareja al principio no quería llevarme porque me decían que no se podían meter, pero les dije que me iba a morir ahí. Yo sabía que si me dejaban con él, me iba a matar y dejar por ahí en el camino”.

“Cuando llegamos al hospital me puso en una silla de ruedas y mientras entrabamos me dijo: ‘si tú dices algo, le hago lo mismo a tu hermano, a tu familia’, y yo no dije nada”.

“Ya me sentía muerta, me sentía sin vida, pero mi mamá llegó justo a tiempo, con ayuda de la trabajadora social de la que no conozco su nombre, pero le estoy infinitamente agradecida, me retuvo hasta que mi mamá llegó con ayuda, con mi hermano, mi abuela, mi papá y personas del refugio, la directora de este refugio fue por mi. El papá de Jovani se dio cuenta y le avisó, entonces él se escapó, se dio a la fuga, lo trataron de alcanzar pero no pudieron”.

Hasta la fecha, el crimen sigue en la impunidad porque las autoridades mexicanas no lograron capturar al agresor y llevar a cabo un proceso legal esto a pesar que ocurrió hace diez años.

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México, uno de los peores países para las mujeres 

En 2018, el total de mujeres asesinadas fue de 3,752, la cifra más alta de las últimas tres décadas.

Zulema Mosri, titular de la Unidad de Género del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, reconoció que pese a la emisión de sentencias con perspectiva de género, “no se han logrado colmar las expectativas de la sociedad” en cuanto a la eliminación de violencia contra las mujeres.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los 46.5 millones de mujeres de 15 años y más que hay en el país, 66.1 % (30.7 millones) han enfrentado violencia de cualquier tipo alguna vez en su vida.

Asimismo, 43.9 % de las mujeres han enfrentado agresiones del esposo o pareja a lo largo de su relación, y la incidencia es más acentuada entre las mujeres que se casaron o unieron antes de los 18 años (48 %) que entre quienes lo hicieron a los 25 o más (37.7 %).

En 2018 se registraron 3,752 defunciones por homicidio de mujeres, la cifra más alta de los últimos 29 años.