EE.UU. y China pactan reducir tensiones comerciales y resolver caso TikTok

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunció un acuerdo tentativo con China para reducir la guerra comercial que ambos países mantienen desde hace años. Según explicó en una entrevista televisiva, el entendimiento busca frenar nuevos aumentos arancelarios y abrir un espacio de cooperación antes de la esperada cumbre entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping en Corea del Sur.

En declaraciones a la cadena ABC, Bessent afirmó que Washington decidió descartar un incremento del 100% en los aranceles a los productos chinos. A cambio, Pekín aplazará por un año la aplicación de restricciones a sus exportaciones mundiales de tierras raras, minerales esenciales para la industria tecnológica y energética.

“Se evitarán los aranceles”, aseguró Bessent tras concluir las conversaciones con el viceprimer ministro chino, He Lifeng, en Kuala Lumpur. El secretario añadió que las medidas de control a las exportaciones serán “reexaminadas” por China durante ese periodo, un gesto que, según dijo, muestra la voluntad de ambas partes por estabilizar la relación económica.

El anuncio llega justo cuando Trump inicia una gira por Asia que culminará con una reunión bilateral con Xi. Bessent expresó su esperanza de que ambos mandatarios oficialicen el pacto en su encuentro de esta semana, un paso que podría marcar el inicio de una nueva etapa en el comercio entre las dos mayores economías del mundo.

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Beneficios para el campo y la tecnología

El acuerdo incluiría además un compromiso de Pekín para reanudar las compras agrícolas a Estados Unidos, particularmente de soja, uno de los sectores más golpeados por la disputa arancelaria. China había sido el principal comprador de soja estadounidense hasta que las tensiones comerciales llevaron a suspender todas las adquisiciones.

“Creo que, cuando se haga público el anuncio del acuerdo con China, nuestros productores de soja se sentirán muy satisfechos”, declaró Bessent, destacando el impacto positivo que podría tener esta medida en las comunidades rurales de Estados Unidos, especialmente en estados clave para la economía agrícola.

Otro punto relevante del entendimiento se centra en el futuro de TikTok en Estados Unidos. Bessent confirmó que las dos partes llegaron a un acuerdo definitivo sobre la versión estadounidense de la popular aplicación china, que cuenta con más de 170 millones de usuarios en el país.

Durante meses, Washington ha intentado separar las operaciones de TikTok de su empresa matriz, ByteDance, alegando riesgos a la seguridad nacional. Según explicó Bessent, “todos los detalles fueron ultimados”, y la ratificación del acuerdo dependerá de los líderes cuando se reúnan el jueves en Corea.

El arreglo podría evitar un enfrentamiento legal prolongado y ofrecer un modelo de cooperación tecnológica entre ambos países, en un contexto donde la competencia digital y las restricciones a la transferencia de datos han tensado las relaciones bilaterales.

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Nuevos espacios de cooperación

Durante las conversaciones en Kuala Lumpur, las delegaciones también abordaron el problema del fentanilo, una sustancia que ha generado graves crisis de salud en Estados Unidos. Washington ha acusado a Pekín de permitir el tráfico de precursores químicos utilizados en su fabricación, algo que China ha negado reiteradamente.

“Acordamos que China comenzaría a ayudarnos con los precursores químicos para esta terrible epidemia de fentanilo que está asolando nuestro país”, indicó Bessent, quien calificó la cooperación en este ámbito como un avance humanitario importante.

Aunque el acuerdo aún debe ser confirmado oficialmente, los analistas consideran que representa una señal de alivio para los mercados internacionales y un gesto de pragmatismo político por parte de ambas potencias. La decisión de frenar la escalada de aranceles y retomar el diálogo económico podría reducir la incertidumbre global y favorecer la recuperación del comercio mundial.

Para países como El Salvador, que dependen del flujo comercial y de las cadenas de suministro internacionales, la distensión entre Washington y Pekín puede traducirse en mayor estabilidad en los precios de importación y en el acceso a tecnología y productos esenciales.

El entendimiento tentativo entre Estados Unidos y China, aunque aún en fase preliminar, sugiere que las dos economías más grandes del planeta están dispuestas a buscar equilibrios que beneficien a sus productores, consumidores y socios comerciales en todo el mundo.