Un juez federal dictaminó que la administración del presidente Donald Trump debe mantener la custodia de los inmigrantes ilegales deportados a Sudán del Sur en caso de que dictamine que las expulsiones son ilegales y deben ser trasladados de vuelta a Estados Unidos, informó la cadena FoxNews

El juez de distrito estadounidense Brian Murphy, de Massachusetts , resolvió lo anterior el martes por la noche después de que los abogados de inmigrantes ilegales de Myanmar y Vietnam acusaran a la administración Trump de deportar ilegalmente a sus clientes a terceros países, porque está vigente una orden judicial que bloquea tales expulsiones.

La resolución de Murphy dice que el gobierno debe "mantener la custodia y el control de los miembros de la clase que están siendo expulsados actualmente a Sudán del Sur o a cualquier otro tercer país, para garantizar la viabilidad práctica del retorno si el Tribunal considera que dichas expulsiones fueron ilegales".

Los abogados de los inmigrantes alegan que las expulsiones infringieron una orden judicial que exige que se conceda a los inmigrantes una "oportunidad significativa" de demostrar que enviarlos a un tercer país les haría sentirse inseguros.

La agencia Associated Press (AP) informó que los abogados de los migrantes dijeron al juez que hasta una docena de personas de varios países podrían haber sido enviadas a África, lo que, según dijeron, viola una orden judicial que establece que las personas deben recibir una "oportunidad significativa" de presentar sus argumentos de que ser enviadas a otro país que no sea el suyo sería un riesgo para su seguridad.

Según AP, la aparente deportación de un hombre de Myanmar fue confirmada en un correo electrónico enviado por un funcionario de inmigración de Texas, según documentos judiciales. El hombre fue informado de su deportación únicamente en inglés, un idioma que no habla bien, y sus abogados se enteraron del plan horas antes de su vuelo de deportación, añadieron los abogados.

Una mujer también informó que su esposo, originario de Vietnam, y alrededor de otras 10 personas fueron trasladadas a África el martes por la mañana, escribieron abogados de la Alianza Nacional de Litigios de Inmigración.

El mismo juez determinó anteriormente que cualquier plan para deportar personas a Libia sin previo aviso "claramente" violaría su fallo, el cual también se aplica a personas que de otro modo han agotado sus apelaciones legales.

El togado citó a los funcionarios federales de inmigración  para identificar a los migrantes afectados, abordar cuándo y cómo se enteraron de que serían trasladados a un tercer país, y qué oportunidad se les dio para presentar una solicitud basada en el miedo. También ordenó que el gobierno proporcione información sobre el paradero de los migrantes aparentemente ya deportados.

Sudán del Sur es un país en una incipiente guerra civil que se independizó de Sudán en 2011, en medio de esperanzas de que podría usar sus grandes reservas de petróleo para traer prosperidad a una región golpeada por la pobreza. 

El gobierno de Trump confirmó que había deportado a ocho personas que, según dijo, habían sido condenadas por delitos en Estados Unidos, pero se negó a decir a dónde.

El Departamento de Seguridad Nacional indicó que los países de origen de los migrantes no podían recibirlos. No dio más detalles.

El presidente Donald Trump y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, “están trabajando todos los días para sacar a estos criminales viciosos de las calles estadounidenses, mientras que los jueces activistas están del otro lado, luchando para que regresen a suelo estadounidense”, dijo Tricia McLaughlin, portavoz del departamento, citada por la AP.

La funcionaria mostró a los periodistas fotografías de los deportados y los describió como “los monstruos” que el juez federal Brian E. Murphy en Massachusetts "está tratando de proteger".