Christina Greer es el nombre de una mujer de 38 años que el pasado lunes 28 de junio recibió una fuerte condena de cárcel por haber abusado de dos menores de edad durante unas pijamadas que organizaba su hija de 11 años.
Según reporta el periódico Clarín, los hechos ocurrieron en una vivienda del condado de Sarpy, en el estado de Nebraska, en Estados Unidos, entre los años 2017 y 2018.
Según fuentes de la Fiscalía estadounidense, citadas por RT, Greer propiciaba el consumo de bebidas alcohólicas y bocadillos hechos a base de marihuana durante las reuniones de su hija y sus amigos.
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Cuando los menores ya habían consumido las bebidas embriagantes, la mujer se disponía a tener relaciones sexuales con ellos. Las víctimas son dos adolescentes que en ese momento tenían 12 y 13 años de edad.
Cuando Greer se enteró de las investigaciones que las autoridades estadounidense realizaban, les exigió a los menores que no hablaran sobre lo sucedido y, además, hizo que borraran cualquier evidencia de sus teléfonos móviles.
No obstante, los fiscales del caso lograron recuperar información borrada de uno de los dispositivos de las víctimas y encontraron varias fotografía con alto contenido sexual que vinculaban directamente a Greer con las acusaciones por abuso sexual, de acuerdo con RT.
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Otro de los elementos que ayudó a la condena de la mujer fue la declaración de su propia hija, quién contó que su madre la llevaba al supermercado a comprar las bebidas alcohólicas para las reuniones, además de haber contado que la escuchó cuando tenía intimidad sexual con uno de los menores abusados.
Greer fue condenada a pasar entre 64 y 109 años en prisión tras haber sido encontrada culpable de los delitos de agresión sexual contra un menor, abuso infantil y manipulación de testigos.