El terrible caso de la familia Savopoulos: Torturados y quemados hasta morir

La familia Savopoulos vivía en un barrio de políticos, diplomáticos, la seguridad era estricta, pero Daron Wint logró burlarla. Torturó durante 22 horas a la familia y luego quemó la casa con ellos dentro.

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Savvas Savopoulos era dueño de una importante firma constructora, fue secuestrado, torturado y asesinado junto a su esposa e hijo de 10 años. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / https://bit.ly/3x8tKPH

Por N. Hernández / Agencias

2021-06-30 10:31:16

Savvas Savopoulos, un rico hombre de negocios, su esposa Amy, su hijo Philip, de 10 años, y una de sus empleadas, Veralicia Figueroa, fueron asesinados el 13 de mayo de 2015 en su mansión situada en el barrio Woodley Park, en Washington DC.

El crimen conmocionó a toda la sociedad porque en el elegante vecindario vivían ricos y poderosos como embajadores, políticos y mega empresarios, por lo mismo estaba plagado de seguridad, incluso en ese entonces Joe Biden era vicepresidente de Estados Unidos y vivía ahí. Hasta ese día, quienes vivían ahí sentían que podía dormir absolutamente tranquilos, sin temor a nada ni a nadie.

Sin embargo, un crimen atroz ocurrido en la lujosa mansión de dos niveles que estaba rodeada por jardines escalonados, altos portones de hierro color negro y en su interior con cinco dormitorios, seis baños, una sala de música y un garage con varios autos de lujo, según publicación de Infobae.

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Nadie imaginaba lo que ocurriría ese miércoles de mayo y terminaría con una desgracia 22 horas después. Las víctimas: Savvas Savopoulos, un rico hombre de negocios, su esposa Amy, su hijo Philip, de 10 años, y una de sus empleadas, Veralicia Figueroa.

El 13 de mayo de 2015 el pequeño Philip Savopoulos no fue al colegio, se estaba recuperando de un accidente que había tenido días antes en Arizona. Sus dos hermanas se salvaron porque se encontraban en sus internados en Nueva Jersey.

Funeral de la familia Savopoulos. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / https://bit.ly/2UgzjwF

La rutina fue normal hasta las 3:30 de la tarde: El empresario se fue temprano a trabajar a las dos empresas donde fungía como CEO, la empleada se ocuparía de la casa y de cuidar al pequeño y Amy salió a caminar y charlar con vecinos. Volvió a las tres de la tarde porque Veralicia trabajaba hasta esa hora y de ahí en adelante, ella se encargaría de cuidar al pequeño.

No hay testigo que puedan detallar los sucesos, salvo el propio asesino, pero se cree que en ese momento Amy se enfrentó con el secuestro. La reconstrucción de los hechos ha sido posible a través de las llamadas que las víctimas hicieron en el transcurso de las 22 horas que duró la pesadilla.

Veralicia y Philip estaban en poder de Daron Wint, un hombre de 34 años, que había trabajado en una de las empresas de Savopoulos. El plan era un secuestro extorsivo y su plan lo inició cuando cortó la línea telefónica y anuló el servicio de las cámaras de seguridad que había sido instalado seis menes antes.

Amy también terminó atada y silenciada con cinta adhesiva, al igual que la empleada y su hijo.

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A las 5:30 de la tarde, el secuestrador obligó a Amy a llamar a su esposo, le dijo que debía llegar temprano para cuidar del niño porque ella tenía un compromiso que no podía cancelar. Savvas dejó su trabajo y al llegar a casa se encontró con la horrible escena: su familia como rehén y maniatada. Él se unía al secuestro.

La cantidad exigida por el criminal era de 40 mil dólares, pero el empresario no los tenía en efectivo y debía hacer trámites en el banco para obtener el dinero y dárselo a su secuestrador.

Según el testimonio de Ghaya Almi, una amiga de Amy, llamó varias veces a la casa, pero el teléfono no funcionaba. Optó por llamar al celular y Amy contestó, pero relató que su voz y manera de hablar era extraña, además, parecía apurada por cortar la llamada.

Daron Wint ató a los adultos a unas sillas en el cuarto de una de las hijas adolescentes de la familia. Durante el secuestro los golpeó salvajemente con un bate de baseball, los estranguló y también usó uno de los filosos sables Samurai de la colección de Savvas para herirlo. También torturó al menor de edad, todo para conseguir que le dieran el dinero.

Momentos claves del secuestro: 

La cena del criminal: Wint cedió al hambre. Hizo a Savvas ordenar por teléfono dos pizzas con pepperoni y una botella de gaseosa Sprite. El empresario pagó con tarjeta de crédito 25.26, el pedido fue dejado tal como se exigió en el porche de la casa.

Savvas Savopoulos era dueño de una importante firma constructora. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / https://bit.ly/3yeSAxz

A la hora de la investigación, la pizza delataría a Wint porque en los bordes de las porciones fueron encontradas sus huellas y ADN.

7:30 de la noche: Savva mandó un mensaje de voz a Nelly Gutiérrez, la otra empleada de la familia, para decirle que no fuera a trabajar. Ella contó que él se escuchaba confuso y agitado. Le dijo que Veralicia se quedaría esa noche a dormir en la casa porque su esposa estaba muy enferma. También le dijo que Veralicia no podía responder los mensajes porque su celular se había quedado sin batería y no tenía el cargador con ella. Nelly escuchó los mensajes la mañana siguiente.

La llamada a la asistente: Wint obligó a Savvas a llamar a su asistente personal para que fuera a ver al gerente financiero de la empresa y sacara dinero del banco. Le dijo que lo necesitaba para el centro de artes marciales que estaba por inaugurar.

7: 00 de la mañana jueves 13 de mayo: Savvas llamó a su asistente para recordarle lo del dinero. También llamó al jefe de seguridad y le preguntó dónde se guardaban los videos de las cámaras, él le dijo que no se guardaban en la nube, sólo en la computadora que estaba en el segundo nivel. La computadora nunca fue encontrada.

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9:30 a.m.: Bernardo Alfaro, esposo de Veralicia llegó a la lujosa mansión a buscar a su esposa. Él se preocupó cuando llegó de su turno nocturno y no la encontró en la casa, nunca había pasado eso. No se pudo comunicar con ella ni con los patrones y por eso llegó a la casa junto a su hija. Cuando llegaron la enorme casa estaba en absoluto silencio. Parecía desierta. Alfaro pensó que el lugar estaba demasiado tranquilo, sentía que algo no andaba bien. Claudia se quedó sentada en el auto mientras él bajó a tocar la puerta. Nadie respondió. Volvió al vehículo y le dijo a Claudia, preocupado: “Nadie responde. ¡Siento que alguien está allí adentro, pero que no me quiere responder!”. Decidió intentar ingresar por la puerta trasera de la propiedad, pero justo cuando empezó a caminar por el jardín lateral sonó su teléfono celular. En la pantalla leyó: Savvas Savopoulos.

"Lo siento mucho, lo siento mucho", le decía el dueño de casa para disculparse por la ausencia de Veralicia quien dijo había tenido que acompañar a su mujer al hospital. Prometió volverlo a llamar para contarle cómo seguía todo. Los Alfaro se fueron y Savvas no pudo cumplir su promesa de volverlos a llamar. Un rato después estaba muerto.

10:5 a.m.: Savvas mandó otro mensaje de texto a su asistente personal para que dejara los 40 mil dólares en un paquete sobre el asiento del conductor del Porsche de Amy, que estaba en el garaje. Y le pidió que luego de hacerlo se fuera. Aunque era extraño, Wallace así lo hizo y a las 10:26 le escribió a su jefe: "paquete entregado". Le pareció ver que Savvas estaba respondiéndole, pero luego no hubo tal respuesta.

Un poco más tarde el Porsche azul modelo 2008 de Amy salió de la casa. Al volante no iba nadie de la familia. El que condujo, seguramente Wint o un cómplice desconocido e improbable, lo disfrutó muy poco. Lo quemó a 20 kilómetros de la mansión, en el estacionamiento de la iglesia episcopal St Christopher’s.

01:09 p.m.: fue la última llamada del teléfono de Amy. Llamó a David Arbon para cancelar una cita de un técnico para los regadores del jardín (en realidad el técnico había sido citado a las 9 y cuando tocó el timbre nadie le había abierto la puerta). Arbon testificó que Amy parecía muy nerviosa y que le dijo que tenía que suspender la visita porque su hijo estaba herido y tenía que llevarlo al hospital.

01: 30 p.m.: Comenzó el incendio en la casa. A pesar de tener el dinero, Wint siguió con su plan siniestro: roció a todos con nafta y los prendió fuego. El incendio se propagó con rapidez y apenas las llamaradas naranjas asomaron por las ventanas y el techo los vecinos llamaron a los bomberos alertando lo que estaba pasando en la casona del empresario Savopoulos.

Veralicia Figueroa de 57 años, empleada domestica de la familia. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / https://bit.ly/3x8tKPH

Descubrimiento del atroz crimen: dos cadáveres de adultos tirados en el suelo de un dormitorio del primer piso y a Veralicia gravemente herida. A Philip lo encontraron carbonizado. Había muerto quemado mientras estaba con vida. Su autopsia demostraría que también había sido apuñalado como el resto.

Veralicia fue trasladada a un hospital luego de que la intentaran revivir haciéndole resucitación cardiopulmonar. Al llegar, fue declarada muerta.

Las evidencia forense determinaron que el incendio comenzó en el cuarto de Philip. Las sillas y el suelo del cuarto donde estuvieron cautivos los adultos estaban cubiertos de sangre, así como el bate y la espada. El líquido rojo había goteado también por la enorme escalera. Coincidieron en que la familia fue torturada antes de ser masacrada: los cuerpos tenían heridas cortantes y claras señales de estrangulamiento. Savvas, además, tenía la cara golpeada de una manera feroz. Una de las fiscales Laura Bach dijo: "Fueron torturados, mental y físicamente, durante casi 24 horas… está claro que las víctimas oyeron y vieron morir a sus seres queridos, y se dieron cuenta que iban hacia el mismo destino y que no había nada que pudieran hacer para salvarlos… La muerte no fue rápida para estas víctimas, tampoco fue sin dolor".

Katerina y Abigail, las hijas mayores del matrimonio fueron avisadas de la tragedia horas después.

El perfil del asesino

Wint nació el 27 de noviembre de 1980 en Guyana, llegó a los Estados Unidos como inmigrante en el año 2000. Fue reclutado por el Cuerpo de Marina de los Estados Unidos, pero lo dieron de baja por razones médicas.

Antes de cometer estos crímenes, ya tenía delitos acumulados. En 2009 fue condenado por asaltos, también se declaró culpable por un crimen de destrucción de una propiedad. Además, fue acusado de robo, ofensa sexual y de posesión de armas. En el mismo año 2015, había sido arrestado afuera de la empresa de Savvas mientras llevaba un enorme machete y una pistola.

Wint trabajó como soldador en la compañía American Iron Works, una de las empresas de Savopoulos, de donde había sido despedido años antes.

Las pruebas que lo incriminaban: 

1: Su huella dactilar fue encontrada en la corteza de una de las pizzas que la empresa Domino ‘s envió a la casa el 13 de mayo. Luego, fueron halladas dos huellas suyas más en la escena: en una cama y en un cuchillo.

2: Daron había sido visto por personal de seguridad de la residencia diplomática del embajador australiano que quedaba justo en frente de la casona. A ese guardia le llamó la atención el personaje y su actitud al introducirse a la casa.

3: Encontraron sangre de una de las víctimas en un zapato de Daron Wint.

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Finalmente, el 18 de mayo la huella coincidió, fue detenido el 21 de mayo bajo el cargo de homicidio en primer grado. Tenía 7,000 dólares encima y los números de esos billetes coincidían con los retirados de la cuenta de Savvas.

La defensa de Wint en su argumento aseguró que quienes habían planeado el crimen fueron los dos hermanos menores de él y se habían quedado en el piso de arriba mientras Wint se quedó solo en el piso de abajo.

Los hermanos menores se defendieron y brindaron sus coartadas. Darrell Wint, además, declaró en contra de Daron. Ellos nunca fueron imputados.

Funeral de la familia Savopoulos. Foto AFP

El ex abogado de Daron Wint, Robin Ficker, dijo que su cliente no parecía ser violento cuando lo representó en los casos anteriores: "Mi impresión era que no podía lastimar ni a una mosca". Ficker también dijo que la familia de Wint le había asegurado que a su cliente no le gustaba la pizza. Estas estrategias no modificarían la íntima convicción del jurado sobre la maldad de Wint quien, a pesar de haber conseguido el dinero, hirió y asesinó con crueldad a la familia e intentó borrar con fuego sus rastros.

Wint sería culpable. En los días en los que estuvo fugado, antes de su detención, sus búsquedas por Internet fueron también comprometedoras: "cómo ganarle al detector de mentiras", "diez ciudades para que los fugitivos se escondan" y "cinco países que no tienen extradición con los Estados Unidos".

El juicio se realizó en septiembre de 2018 y el 25 de octubre un jurado halló culpable a Wint de secuestro, extorsión y homicidio. En febrero de 2019 obtuvo su condena: cuatro cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional.

El funeral se hizo el 1 de junio de 2015, en la iglesia Saint Sophia Greek Orthodox Cathedral, la misma donde se habían casado también en el mes de junio y a tres días del 21 aniversario de la boda.

La impresionante casa, donde alguna vez una familia vivió feliz, fue vendida meses después de los crímenes por 3 millones de dólares. Al cumplirse dos años de los hechos, en abril de 2017, fue demolida.

Nadie quiere siquiera imaginar lo que allí dentro ocurrió.

Abigail y Katherina en el funeral del ss padres, son las hijas mayores del matrimonio y sobrevivieron porque no estaban en casa. Foto AFP