José Antonio Kast gana la presidencia en Chile y su rival ya reconoció la derrota

El escenario político chileno dio un giro contundente este domingo: José Antonio Kast, candidato del Partido Republicano, se perfila como el nuevo presidente de Chile tras obtener una amplia ventaja en la segunda vuelta electoral. Jeannette Jara, su contendiente por una coalición de izquierda, reconoció su derrota poco después de conocerse los resultados preliminares.

"La democracia habló fuerte y claro. Me acabo de comunicar con el Presidente electo @joseantoniokast para desearle éxito por el bien de Chile", escribió Jara en su cuenta oficial de X (antes Twitter), confirmando así la aceptación del resultado.

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Con el 45% de los votos escrutados, el Servicio Electoral de Chile reportó que Kast lideraba con un 59% frente al 41% de Jara. Esta tendencia marcó una clara diferencia desde el inicio del conteo, generando celebraciones entre los seguidores del candidato de derecha, especialmente en Santiago.

Un resultado que marca un nuevo rumbo

José Antonio Kast, abogado de 59 años, ha sido una figura destacada dentro del conservadurismo chileno. Es un católico devoto, padre de nueve hijos, y ha construido su campaña con mensajes firmes sobre seguridad y migración, comprometiéndose, entre otras cosas, a deportar a más de 300,000 migrantes sin documentos, en su mayoría venezolanos.

Desde el centro de campaña en Santiago, simpatizantes comenzaron a celebrar al conocerse los primeros resultados. "Estamos contentos, porque hace rato que venimos buscando una mejora. El país venía en decadencia", expresó Ricardo Neves, un estudiante de 31 años que ya festejaba frente a las oficinas del comando de Kast.

Jeannette Jara, una figura de gestión social

La ahora excandidata Jeannette Jara, abogada de 51 años, llegó a la segunda vuelta representando a una coalición de izquierda. Fue ministra de Trabajo en el gobierno de Gabriel Boric, impulsando la reducción de la jornada laboral a 40 horas. Durante su campaña, promovió el aumento del salario mínimo y el fortalecimiento del sistema de pensiones.

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Jara emitió su voto en Conchalí, el barrio de Santiago donde creció, desde donde hizo un llamado por un Chile sin odio ni miedo.

Un país marcado por la inseguridad y el deseo de cambio

La seguridad ha sido una de las principales preocupaciones de los votantes. Según una encuesta de Ipsos en octubre, el 63% de los chilenos considera la criminalidad como el problema más grave del país. Aunque las cifras oficiales muestran una baja reciente en homicidios, delitos como secuestros y extorsiones han aumentado, en parte por la actividad de bandas extranjeras como el Tren de Aragua.

Kast ha afirmado en múltiples ocasiones que “Chile se cae a pedazos” y ha prometido mano dura para combatir el crimen organizado. Esta fue su tercera candidatura presidencial, ahora como líder del Partido Republicano, organización que fundó tras distanciarse de la derecha tradicional, a la que considera poco firme.

Una contienda con fuertes símbolos históricos

Algunos votantes, como Cecilia Mora, de 71 años, expresaron preocupación por la figura de Kast, a quien asocian con el régimen militar del pasado. “Kast me recuerda mucho a la dictadura”, dijo, explicando su decisión de votar por Jara para conservar los avances sociales recientes.

Durante la campaña, Kast evitó hablar de temas sensibles como su oposición total al aborto o su apoyo en el pasado a la dictadura militar. En 2021, investigaciones periodísticas revelaron que su padre fue miembro del Partido Nazi, algo que Kast ha negado, asegurando que fue reclutado forzosamente por el ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial.

Participación y contexto electoral

En la primera vuelta, tanto Kast como Jara obtuvieron aproximadamente un 25% de los votos, pero la suma total de apoyos para candidatos de derecha alcanzó el 70%. Esto fue clave para la proyección de Kast como ganador en el balotaje.

Esta elección marcó también el regreso del voto obligatorio en Chile, lo que elevó la participación ciudadana. Cerca de 16 millones de personas estaban habilitadas para votar.

A pesar de su ventaja, expertos como Robert Funk, académico de la Universidad de Chile, advierten que el mandato de Kast no debe interpretarse como absoluto. “Mucha gente vota por él por temor a Jara”, señaló.