Caso de hombre embarazado resalta nociones de género

Un hombre llegó al hospital con un fuerte dolor abdominal, una enfermera no consideró que se tratara de una emergencia. En realidad estaba embarazado: se trataba de un transgénero que estaba dando a luz y que terminó con un mortinato.

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Imagen de referencia / Pixabay.

Por AP

2019-05-18 2:02:01

Cuando un hombre llegó al hospital con un fuerte dolor abdominal, una enfermera no consideró que se tratara de una emergencia, teniendo en cuenta que era obeso y habí­a dejado de tomar un medicamento para la presión arterial.

En realidad estaba embarazado: se trataba de un transgénero que estaba dando a luz y que terminó con un mortinato (cuando un bebé muere en el útero durante las últimas 20 semanas del embarazo).

El caso trágico, descrito en el número del miércoles de la revista New England Journal of Medicine, hace notar dificultades más amplias en torno a asignar etiquetas o asumir cosas en una sociedad que cada vez tiene más variantes de género en los deportes, el entretenimiento y el gobierno. En la medicina, hay un peligro similar de que no se diagnostiquen enfermedades como anemia de células falciformes o fibrosis cí­stica que afectan en gran medida a grupos raciales especí­ficos, escribieron los autores.

“El punto no es lo que sucedió con este individuo en particular, sino que es un ejemplo de lo que sucede con las personas transgénero que interactúan con el sistema de salud”, dijo la autora principal del informe, la doctora Daphna Stroumsa, de la Universidad de Michigan en Ann Arbor.

“Fue clasificado correctamente como un hombre” en el historial médico y aparece como masculino, comentó Stroumsa. “Pero esa clasificación nos distrajo de considerar sus necesidades médicas actuales”.

Stroumsa no dijo ni dónde ni cuándo ocurrió el caso y no se proporcionó la identidad del paciente.

Los hombres transgénero, que son considerados como mujeres a la hora de nacer pero que se identifican como hombres, podrí­an o no estar utilizando hormonas masculinas o haber tenido alteraciones quirúrgicas, tales como la extirpación del útero.

El paciente, de 32 años, le comentó a la enfermera que era transgénero cuando llego a la sala de emergencia, y su historial médico electrónico lo clasificaba como hombre. No habí­a menstruado en varios años y habí­a tomado testosterona, una hormona que tiene efectos de masculinización y puede disminuir la ovulación y la menstruación.

Sin embargo, el hombre dejó de tomar la hormona y un medicamento para la presión arterial luego de que se quedó sin seguro médico.

Una prueba de embarazo casera que se hizo dio positivo y dijo que se habí­a “orinado”, una posible señal de ruptura de membranas y de trabajo de parto. Una enfermera ordenó que se le realizara una prueba de embarazo, pero consideró que estaba estable y que sus problemas no eran urgentes.

Varias horas después, un médico lo revisó y la prueba de embarazo del hospital confirmó que sí­ lo estaba. Un ultrasonido mostró signos inciertos de una actividad cardí­aca fetal, y un examen reveló que una parte del cordón umbilical se habí­a metido al canal de parto. Los médicos lo prepararon para realizarle una cesárea de emergencia, pero en la sala de operaciones no se escuchó ningún latido fetal. Momentos después, el hombre dio a luz a un bebé muerto.

Si una mujer hubiera llegado con sí­ntomas similares “seguramente habrí­a sido atendida y evaluada con más urgencia por problemas relacionados con el embarazo”, escribieron los autores.

“Es un incidente muy triste, es un desenlace trágico”, dijo la doctora Tamara Wexler, especialista en hormonas del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York.

“La formación médica deberí­a incluir situaciones con pacientes transgénero” de forma que los trabajadores de salud estén más preparados para satisfacer mejor sus necesidades, comentó Wexler. “Muchos médicos que ejercen no tuvieron eso en su formación”, pero todaví­a pueden aprender de ese tipo de pacientes.

Nic Rider, un especialista en la salud de transgéneros y psicólogo de la Universidad de Minnesota, dijo que la capacitación no es suficiente.

“Hay prejuicios implí­citos que necesitan abordarse”, señaló.

El historial médico podrí­a usar patrones masculinos y femeninos para el género, pero ello “no significa que simplemente desechemos el pensamiento crí­tico o pensar en cómo los humanos son diversos”, dijo Rider.

El caso es horripilante, pero “no terriblemente sorprendente”, comentó Gillian Branstetter, portavoz del Centro Nacional para la Equidad de Género de Washington.

Las personas transgénero a menudo enfrentan problemas para obtener atención médica especí­fica de género como la detección del cáncer cervical, el control de la natalidad y la evaluación para el cáncer de próstata.

Se necesita hacer más para mejorar la cultura médica y el reconocimiento de la diversidad debido a que “las consecuencias pueden ser muy graves, como este caso lo muestra”, puntualizó Branstetter.