El acceso a un medio ambiente limpio y saludable es ahora un derecho reconocido así por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Costa Rica fue el principal impulsor de esta iniciativa, seguido por Maldivas, Marruecos, Eslovenia y Suiza. Y aunque la votación fue aprobada con 43 votos de apoyo, hubo cuatro abstenciones: Rusia, China, India y Japón.
Rusia planteó que el declarar vivir en un ambiente sano es un derecho que está fuera del mandato del Consejo de Derechos Humanos, pues el uso de los recursos naturales es una cuestión soberana de cada Estado.
John Knox, exrelator especial de la ONU, dijo antes de la votación que quienes habían criticado la resolución estaban "en el lado equivocado de la historia".
El tema fue discutido por primera vez en la década de 1990, y aunque ahora es un hecho su aprobación, esta no es legalmente vinculante mas sí tiene el potencial de moldear estándares globales.
Por ejemplo, los abogados involucrados en litigios climáticos dicen que podría ayudarlos a construir argumentos en casos relacionados con el medio ambiente y los derechos humanos.
"Esto tiene el potencial de cambiar vidas en un mundo donde la crisis ambiental global causa más de nueve millones de muertes prematuras cada año", dijo David Boyd, relator especial de la ONU sobre derechos humanos y medio ambiente, quien calificó la decisión como un "avance histórico".
Gran Bretaña, que estuvo entre los críticos de la propuesta en las intensas negociaciones recientes, votó a favor a última hora. Su embajadora ante la ONU en Ginebra, Rita French, dijo que el Reino Unido votó "sí" porque compartía la ambición de sus pares de abordar el cambio climático.
Estados Unidos no votó porque actualmente no es miembro del Consejo de 47 miembros.
La embajadora de Costa Rica, Catalina Devandas Aguilar, dijo que la decisión "enviará un mensaje poderoso a las comunidades de todo el mundo que luchan contra las dificultades climáticas de que no están solas".
La Organización Mundial de la Salud estima que alrededor de 13.7 millones de muertes al año, o alrededor del 24.3% del total mundial, se deben a riesgos ambientales como la contaminación del aire y la exposición a sustancias químicas.