Rainer Schimpf, de 51 años, sobrevivió para contar la situación inesperada que enfrentó en febrero pasado al ser tragado por una ballena y luego expulsado en una playa.
Schimpf se dedica a organizar excursiones para turistas en Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. Él se encontraba con su equipo de buzos documentando la migración de las sardinas aproximadamente a unas 25 millas náuticas de la costa cuando repentinamente fue engullido por una ballena de Bryde.
En declaraciones a Barcroft TV dijo que de repente todo se oscureció y sintió que la gran ballena se apoderaba de su cuerpo. “Podía sentir la presión en mi cadera. En aquel momento no había tiempo para el miedo, tenías que utilizar tu instinto”.
Las imágenes captadas por uno de sus compañeros y retomadas por medios internacionales muestran cuando el hombre parecía ser devorado por el mamífero.
“Contuve el aliento porque pensé que tendría que bucear y liberarme de la ballena a metros de profundidad”, afirmó al medio.
No obstante, el animal lo escupió en una playa cercana y Schimpf salió ileso de la situación. Él logró regresar a su embarcación.
Es la primera vez en 15 años que Schimpf se enfrenta a esta experiencia que, pese a considerarla interesante, no quiere volver a pasarla.