El incendio en una camioneta Van estacionada frente al Consulado de El Salvador en Long Island, Nueva York, Estados Unidos, se dio en el marco de la celebración del Bicentenario, que se realizó el 18 de septiembre pasado en el parqueo de esa sede diplomática, donde hubo alcohol y fuegos artificiales, la cual por el momento es investigada por las autoridades estadounidenses, dijeron salvadoreños residentes en ese lugar.
Óscar Landaverde fue cónsul general de El Salvador en Long Island, Nueva York, entre 2006 y 2008. Con la información que le han proporcionado otros compatriotas y los videos que pudo observar, él plantea dos hipótesis del incendio y le agrega la falta de personal de seguridad en la celebración.
“Hubo fuegos artificiales en una zona que es residencial, donde no se permite ese tipo de situaciones en zonas residenciales, porque sucede que si un fuego artificial durante la noche cae en un parqueo de una casa, de una iglesia que está cerca o al parqueo de un consulado, podría causar un incendio en vehículo o en las instalaciones y casas de los vecinos”, explicó Landaverde.
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Agregó que “no podría saber si alguno de estos fuegos artificiales pudo provocar algún incidente, eso lo tienen que definir las autoridades”.
Otras de las posibles causas que plantea es que pudo haber sido provocado por algunos de los asistentes a la celebración. “Tengo reportes de que algunas personas estaban en altas horas de la noche, un poco alegres (ebrios) y a lo mejor también ese tipo de personas pudieron haber generado algún tipo de incidente, no se sabe, no se sabe cuál fue la seguridad que implementaron en el consulado”.
El exdiplomático asegura que en los videos no se observa a personal de seguridad que vigilara la celebración. “Casi siempre cuando se hacen eventos de este tipo tiene que haber seguridad y yo no veo videos donde pueda visualizarse los miembros de la seguridad del evento y eso pone en riesgo también a las personas “.
No era utilizado como consulado móvil
La camioneta incendiada era utilizada como sala de espera para los salvadoreños que llegaban a realizar algún trámite al consulado y no como Consulado móvil, tal como asegura el Gobierno de Bukele. Esta fue donada hace unos tres años por una compañía aseguradora a la sede diplomática y todavía tenía el logo de la compañía donante. “Algunas fuentes han dicho de que el vehículo que se quemó había sido donado hace varios años, pero todavía no era propiedad del Consulado”.
El excónsul Landaverde cuestionó que la celebración del Bicentenario de la Independencia se haya realizado en el estacionamiento del Consulado por no ser apropiado para un evento de tal magnitud en el que instalaron una tarima para las presentaciones de los artistas, cocinas de gas propano, pero que se tuvo que haber cumplido con los protocolos que exigen las autoridades de la ciudad para ese tipo de celebraciones.
“Tiene que existir disponibilidad de baños, de seguridad y hasta ambulancias y nada de eso se pudo apreciar en los videos”, dijo Landaverde.
Sin pruebas sobre terrorismo
Sin embargo, el presidente Nayib Bukele se apresuró el domingo pasado a calificar el hecho como “un acto terrorista”. Además se adelantó a emitir juicios de valor sin tener información oficial de las autoridades estadounidenses al señalar que “las autoridades consideran que hay una fuerte relación entre el ataque y los grupos de choque afines a la oposición política”, según un comunicado de la Secretaría de Prensa de la Presidencia. El informe de la Policía del Condado de Suffolk sobre el incidente se podrá conocer hasta dentro de 15 a 20 días.
Una publicación sobre el tema hecha por el periódico La Tribuna Hispana hecha ayer, dice que la Policía de Suffolk “estaba investigando y no ha emitido ningún reporte sobre los hechos” y citando al cónsul anterior, Miguel Alas Servillano, en la sede del consulado no hay cámaras en el exterior porque se dañaron y nunca fueron reemplazadas. Detalló que solo hay cámaras en el interior para monitorear a los empleados.
Otra afirmación que ha sido cuestionada es la que Bukele aseguró: que la camioneta servía de Consulado móvil para la diáspora, para tramitar pasaportes, una afirmación que ha sido desmentida por salvadoreños residentes en Long Island, Nueva York y por el excónsul Alas Servillano.
En la publicación de La Tribuna Hispana, Alas Servillano les dice que la van fue una donación de la compañía de salud Fidelis Care durante su gestión pero que nunca fue usada porque faltaban unos trámites relacionados con regulaciones sobre la cooperación internacional y el programa de trámite de pasaporte quedó estancado.
Por su parte, el cónsul general de El Salvador en Long Island, Henry Salgado, aseguró que las autoridades estadounidenses ya tienen toda la información que les han requerido para las investigaciones. “Estos bienes son del gobierno por ende del pueblo y han servido para el pueblo. Vamos a dejarlo en las manos de nuestras autoridades a que ellos determinen el fin de esto”, dijo Salgado.
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