Neurociencia: Clave para aumentar la productividad

La investigación del cerebro es una de las ciencias más importantes, los avances no solo han servido para curar enfermedades, sino que su aplicación se enfoca también en el ámbito de la empresa y trae importantes beneficios para esta.

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Por Tania Urías

2018-09-01 4:21:03

Nuestro cerebro es el responsable de todo lo que hacemos. Controla prácticamente nuestros movimientos y mantiene las funciones del cuerpo en equilibrio.

Además se hace cargo de áreas cognitivas, como por ejemplo nuestra memoria o nuestra capacidad de aprendizaje.

Esto último depende en gran medida del buen funcionamiento de unos compuestos químicos conocidos como neurotransmisores, que envían la información de una neurona a otra.

Conocer los motivos, gustos y preferencias que sustentan los procesos en la toma de decisiones de clientes, empleados, proveedores o competidores, es conocida como la neurociencia aplicada a la empresa.

La neurociencia aporta una visión integral de la organización, donde los equipos trabajan de forma combinada y complementaria en sus respectivas áreas y departamentos para lograr un objetivo común.

Las organizaciones empresariales deben aspirar a que las personas logren su máximo potencial.

Por ello, es imprescindible que los descubrimientos de la neurociencia referidos a la comprensión de la conducta humana lleguen de un modo claro y práctico a directivos, líderes, gerentes, ejecutivos y, en definitiva, a cada miembro de la organización.

El concepto de neurociencia puede resultar complejo pero en realidad es bastante interesante ya que tiene que ver con leer respuestas cerebrales con el objetivo de comprender mejor el comportamiento humano.

En la medida que han pasado los años y la tecnología ha mejorado, la tarea de entender el cerebro se ha hecho más fácil.

Así es como hoy se puede decir con certeza que partes del cerebro se activan cuando tu estás dibujando, estás vendiendo, estás analizando un problema o resolviendo un conflicto.

Por eso su valor a la hora de aplicarlo al trabajo, ya que entender cómo funciona esta parte vital de nuestro cuerpo y cómo reacciona ante determinados estímulos puede facilitar o impulsar la productividad, en el caso de las empresas.

“Hace unos 10 años surgió la Economía del Comportamiento, que comienza a tomar fuerza a raíz de la crisis económica del 2009 cuando se empieza a cuestionar fuertemente el supuesto económico que plantea que el ser humano es racional”, comentó Moisés Nóchez , licenciado en Ciencias Económicas de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN) y además experto en el tema.

Esto cobró fuerza por que se cree que la crisis que afectó a Estados Unidos y repercutió en varios países fue producto “de una serie de malas decisiones que no necesariamente están alineadas a un pensamiento racional”, agregó el profesional.

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Malos jefes: Aprende a identificarlos

Uno de los aspectos más importantes dentro de una organización es la relación entre jefes y colaboradores. De este vínculo, depende el éxito y el óptimo desarrollo de las actividades que realiza la empresa .

¿Cómo se aplica al trabajo?

La globalización, el Internet y las redes sociales hacen que los líderes tomen decisiones rápidas y empujados por crisis repentinas, aprovechar oportunidades y hacer planes de acción para obtener un crecimiento sostenible de la empresa, es clave para salir airosos de estos desafíos.

En ese punto es fundamental para los jefes y líderes conocer a profundidad los colaboradores con los que cuenta, sus personalidades, fortalezas y también, sus áreas de mejora.

La diversidad de personalidades en ocasiones producirá ideas que generen conflictos que frenen la funcionalidad de una compañía.

Se pierden horas, días y hasta semanas por discusiones, malos entendidos, una nula o inadecuada coordinación del trabajo y más, lo que se traduce en pérdida de clientes y por ende de dinero.

“Casi siempre en las empresas se piensa fríamente con los números, pero a veces las ganancias y las pérdidas se esconden en el comportamiento de sus colaboradores”, dijo el licenciado Nóchez, también consultor  de negocios y conferencista con más de 10 años de experiencia trabajando en organizaciones privadas en las áreas de gestión comercial y liderando proyectos de crecimiento.

Para él es fundamental ver a cada colaborador como parte de sus estados financieros y descubrir en ellos la ganancia que pudiera obtenerse si se le ayuda a desarrollarse tanto profesionalmente como a nivel personal.

El especialista aclara que en el país hay numerosas empresas con un enorme potencial pero este está mal enfocado.

“Es como si cada empresario tuviera un carro nuevo Fórmula 1 y lo utilice para andar en las calles de San Salvador: avanza, no pareciera tener problemas para hacerlo, corre cuando se le exige, pero si nunca se lleva a la pista correcta, el motor nunca desarrollará su máximo potencial” ejemplifica.

El experto habla de un potencial dormido, que se puede despertar si se aplica la neurociencia o economía del comportamiento, para elaborar un plan de acción que permita alcanzar los niveles de eficiencia deseados y el clima laboral ideal.

El neuroliderazgo, ciencia aplicada a la dirección 

Hoy día se ha evolucionado del liderazgo tradicional hacia el denominado neuroliderazgo, asumiendo que el liderazgo no es un conjunto de herramientas externas sino que se basa en la autoconciencia, la gestión de uno mismo, la comprensión y la gestión de relaciones con los demás.
Se traduce en que las competencias no están en el exterior, sino en el interior de cada uno de nosotros.

En el neuroliderazgo se consigue al promover la reflexión y activar el circuito del placer, centrándose en el disfrute, en el compañerismo, en la humildad y en la pérdida del miedo a perder (aversión al riesgo), lo que genera endorfinas y dopamina.

Beneficios de la neurociencia

Para colaboradores: Una comunicación asertiva siempre funcionará. Ser transparentes con las intenciones y manifestar de buena forma las cosas que desagradan es fundamental.

Para compañías: Hay que echar una mirada a los procesos e identificar los cuellos de botella y las personas que se encuentran en ellos. Es muy probable que en esa traba hay algo por hacer, por dialogar y por mejorar. Y si necesitan hacer un diagnóstico y un plan de acción para implementar algunos cambios.

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Un mal clima y una inadecuada cultura organizacional pueden propiciar efectos negativos en la salud de los colaboradores.

 

Ejercita tus neuronas

Hay prácticas que puedes hacer para mantener tu cerebro sano, acá te dejamos algunas ideas que te pueden ser muy útiles para sentirte menos estresado y en cambio, más concentrado y productivo.

1. Aliméntate bien
La actividad mental intensa puede provocar hambre y sobre todo aumentar las ganas de dulce (glucosa), por ello, mientras estás sometido a un duro trabajo mental es adecuada la ingesta de ciertos alimentos que cuiden tu “motor cerebral” y lo mantengan productivo.

El agua, jugo de manzana sin azúcar o té nos ayuda a combatir el cansancio; el pan integral, la avena, las papas, el arroz y la fruta permiten mantener una mayor concentración durante más tiempo. Los ácidos grasos Omega 3 presentes en el pescado así como en las nueces y demás frutos secos, aportan fuerza y permiten a las células cerebrales regenerarse mejor.

2. Tonifícalo
Cuando esperamos algo positivo nuestras emociones vienen acompañadas de un aumento de la dopamina, es decir que los pensamientos positivos producen una serie de cambios a largo plazo como por ejemplo, la capacidad de concentración y memorización. Realizar ejercicio físico de forma habitual nos proporciona una sensación de bienestar provocada por esos “químicos de la felicidad”.

3. Relájate
El yoga y la meditación te ayudan a mejorar tu capacidad de atención y de concentración. Dormir al menos 6 horas diarias y cuidar los espacios dedicados al descanso. Mejorar la rutina del sueño en calidad y cantidad, reduce la posibilidad de estados de ánimo negativos.