Conoce la importancia de cuidar tu salud auditiva
La audición es clave para la comunicación, el aprendizaje y la calidad de vida, pero pocas personas le prestan la atención preventiva que merece.
La salud auditiva es un aspecto esencial del bienestar general que a menudo pasa desapercibido hasta que aparecen los primeros síntomas de pérdida de audición. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 430 millones de personas en el mundo viven con algún grado de discapacidad auditiva, y se estima que para 2050 esa cifra podría superar los 700 millones si no se toman medidas preventivas.
El oído no solo permite percibir sonidos; también influye en el equilibrio, el desarrollo del lenguaje, las relaciones sociales y la seguridad personal.
“Escuchar bien no es un lujo, es una necesidad para mantenernos conectados con nuestro entorno y para prevenir el aislamiento social”, explica la doctora Karen García, especialista en otorrinolaringología.
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La pérdida auditiva puede deberse a diversas causas: exposición prolongada a ruidos fuertes, infecciones recurrentes del oído, envejecimiento natural, acumulación de cerumen, traumatismos, uso inadecuado de audífonos o dispositivos de audio, y enfermedades como la otitis crónica o la otosclerosis.

Según la doctora García, urno de los factores más preocupantes es la exposición a ruido excesivo, especialmente en entornos laborales como fábricas o construcción, pero también en el ocio, por ejemplo, en conciertos o escuchando música con audífonos a alto volumen.
La OMS advierte que escuchar música a más de 85 decibeles por periodos prolongados puede dañar las células sensoriales del oído interno de forma irreversible.
Prevención: la mejor herramienta
Cuidar la salud auditiva implica hábitos simples pero efectivos. Uno de ellos es limitar el volumen de dispositivos de audio y evitar su uso continuo por más de una hora sin pausas.
Otra acción positiva es utilizar protectores auditivos en ambientes ruidosos. También es recomendable mantener los oídos secos para prevenir infecciones y no introducir objetos en el canal auditivo, incluidos hisopos, que pueden empujar el cerumen hacia adentro.
Otro hábito recomendado es realizar revisiones auditivas periódicas, especialmente en niños y adultos mayores.
La doctora García subraya que una detección temprana es crucial. “En niños, un diagnóstico rápido puede marcar la diferencia en su desarrollo del lenguaje. En adultos, permite frenar el deterioro y mejorar la calidad de vida con tratamientos adecuados”, manifestó la especialista.
Impacto social y emocional
La pérdida de audición no tratada está asociada con depresión, ansiedad y deterioro cognitivo, según investigaciones publicadas en la revista The Lancet. El aislamiento social es una consecuencia frecuente, ya que la dificultad para seguir conversaciones lleva a evitar reuniones o entornos con ruido de fondo.
En el caso de los adultos mayores, la audición reducida se ha vinculado a un mayor riesgo de demencia. La buena noticia es que, según la misma investigación, el uso de audífonos o dispositivos de asistencia auditiva puede disminuir significativamente este riesgo.
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Hoy en día existen múltiples soluciones para distintos niveles de pérdida auditiva. Los audífonos digitales han evolucionado, ofreciendo mayor calidad de sonido y discreción estética. Para casos más severos, los implantes cocleares son una alternativa efectiva. Sin embargo, la clave sigue siendo la prevención y el diagnóstico precoz.

Las campañas de salud pública insisten en que la audición debe cuidarse desde la infancia. En muchos países ya se realizan tamizajes auditivos a recién nacidos para detectar problemas congénitos, una práctica que puede cambiar la vida de una persona.
“Si protegemos nuestra vista con gafas de sol, ¿por qué no hacemos lo mismo con nuestros oídos? Escuchar bien es fundamental para vivir plenamente”, concluye la doctora García.
La salud auditiva es un tesoro silencioso: no se ve, pero su pérdida puede transformar radicalmente la vida. Prevenir, proteger y revisar son las tres acciones clave para mantenerla intacta y disfrutar de cada palabra, cada risa y cada nota musical que nos regala el mundo.

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