Junto a otros dictadores, Putin "celebra" victoria sobre los nazis
El Alto Comisionado de la ONU declaró que es "preocupante" el caso de los venezolanos deportados a El Salvador, sin derechos ni futuro…
Rodeado de los peores dictadores, como el chino Xi Jinping y el norcoreano Kim Jong-un, el criminal de guerra Vladimir Putin celebró el 80º. aniversario de la victoria rusa sobre el nazismo, con un desfile de tropas, tanques y delegaciones diversas, pero tomando muchas medidas de seguridad pues en la víspera drones ucranianos causaron serios daños al aeropuerto que sirve Moscú, lo cual obligó a usar pistas alternas.
El molino de carne humana, de soldados que a pesar de estar lisiados tienen que ir al frente con un saldo de quinientas bajas cada semana, no era para ponerse de fiesta, pero ni a él ni a sus invitados, gente como Xi y el húngaro Víktor Orban y otras "fichas", les remuerde la conciencia por sus crímenes, su desdén por el sufrimiento ajeno, como decía el obispo Evelio --retomado por el mismo papa León XIV-- sobre los dos presidentes en la Oficina Oval.
Bien se dice que en ningún momento a los torturadores les remuerde la conciencia por el sufrimiento causado, como lo que sucede en la cadena de gulags que existen en este país. Es obvio que al señor dictador, que una y otra vez se presenta como el más "cool" de la galaxia, nunca la conciencia le remuerde, al punto que y en palabras del "señor" vicepresidente, se trata de "alojamientos" penitenciarios los que han contratado del norte, incluyendo al salvadoreño Kilmar Abrego García, a quien ni el torturador local ni quien contrató los servicios quieren devolver a Estados Unidos, pese a que la Corte Suprema de Estados Unidos lo ha ordenado.
Sí, son tan "confortables" esos alojamientos que los "huéspedes" terminan enfermos o muertos, pues, según el Socorro Jurídico Humanitario, ya van casi 400 muertos bajo--una ironía-- "custodia del Estado", entre ellos el transportista Roberto Jaco.
Los servicios literalmente consisten en secuestros, en privar de su libertad a personas sin fundamento jurídico y en este caso a venezolanos, por el solo hecho de serlo.
La interrogante se planteó en la siguiente forma: ¿es que en ningún momento la conciencia les molesta, si se preguntan que lo que hacen viola los preceptos morales más elementales, si eso que sucede con su anuencia y bajo sus narices es humano?... Basta ver los arrestos de inmigrantes, allanando casas, rompiendo vidrios de autos, sin orden judicial y a menos de enmascarados que se están produciendo en Tennessee, Massachussets, Florida y otros estados y que estremecen a la sociedad estadounidense.
La regla esencial de todo esquema moral es "no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti...". Pero obviamente que hasta niños y adolescentes sufren esos desmanes indica una mentalidad diabólica, lo que nos recuerda el triste caso de un joven a quien las patadas de los guardas del Gulag le rompieron las costillas y en vez de darle un mínimo de atención media lo colgaron y lo dejaron morir...
Tales espantos ¿no les molesta la conciencia? o, dicho en otra forma, en vez de ponerse en los zapatos del otro, disfrutan del dolor causado, que va más allá de las víctimas directas y causa profundo dolor a sus seres queridos, a sus familiares, a sus hijos...
No se puede torturar indefinidamente sin poner en alerta al mundo
No se puede torturar día a día, a vista del mundo entero, sin alertar a entidades y gobiernos para quienes los torturadores deben perseguirse, literalmente sacarse de circulación.
Esta es la postura de las Naciones Unidas y lo que está bajo la lupa en el Parlamento español, que ha comenzado a poner la lupa en eso...
De hecho, las Naciones Unidas declaró este martes que es "preocupante" el caso de los venezolanos deportados a El Salvador sin una causa justificada, ni un expediente judicial o sentencia, traídos como animales que no tienen derechos ni futuro…

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