Seis años de gobierno: 20 tesis

Conocí al niño Nayib Bukele, después al joven, incluso a su padre; lo vi crecer en política desde la alcaldía de Nuevo Cuscatlán, en dónde diseñó estrategias audaces que lo llevaron a la Alcaldía de San Salvador. Lo vi en programas de TV y en foros difíciles en la UCA, UES y en FUSADES; respondía con creatividad y rebeldía, y con una buena agilidad discursiva.

Era un símbolo de la nueva política joven, sin ataduras ideológicas, un punto de inflexión que superaba el paradigma obsoleto de derechas e izquierdas. Relajado, con su gorra y con una facilidad para las parábolas políticas. Por momentos me sentí orgulloso de haber sido su maestro. Pero al llegar a la Presidencia comenzó a cambiar -siempre he creído que el poder es un psicotrópico potente- y en época de pandemia me insultó y lo desconocí, por ahí circularon unas cartas memorables. Al día de hoy no estoy seguro si su nuevo comportamiento dependía de él o de los nuevos asesores.

Durante varios años las encuestas que dirigí con criterio científico reflejaban a ese político fuerte y popular, siempre respeté con ética la voz de la gente. Hoy, en una nueva responsabilidad profesional de carácter editorial, sin ser ningún opositor, sino un observador sin ataduras ideológicas, así interpreto al Presidente y a su gobierno en su sexto aniversario, a través de 20 tesis:

I.- Somos el país más seguro frente a la criminalidad pandilleril y el más inseguro frente a la Constitución, sus leyes, el debido proceso y el Estado de Derecho. Ganamos en seguridad y perdimos en libertades.

II.- Es indiscutible que el país ha dado un giro radical en turismo e imagen; además, fuimos anfitriones de Miss Universo y de los Juegos Deportivos Centroamericanos; pero poca gente sabe cómo se logró todo esto porque toda la información está reservada.

III.- Somos pioneros a nivel mundial en adoptar el Bitcoin como moneda de curso legal, pero casi nadie sabe para qué sirve o cuál es su utilidad. Ahora ni se recibe ni se acepta.

IV.- Tenemos la cárcel más imponente y segura del mundo, y también la universidad pública con el menor presupuesto de la región. No es tan difícil pronosticar el futuro.

V.- Nuestro Estado de Excepción ha pasado a ser un Estado de Normalidad, asumiendo el miedo como una condición aprendida por todos los sectores de la sociedad. Esto no es sano ni normal para una democracia por más que se quiera justificar.

VI.- La calidad educativa está en la misma condición que siempre ha estado, no hay ningún argumento para pensar que algo haya cambiado. Lo demuestran los resultados independientes de pruebas internacionales PISA y ERCE.

VII.- El sistema de salud está intacto, con algún maquillaje superficial, pero con los mismos problemas de faltas de medicina y programación de cirugías a mediano y largo plazo. La evidencia está en las redes sociales.

VIII.- El tráfico sigue empeorando, y cuando solucionan un problema aparecen diez nuevos; lo qué sí es nuevo es que en cualquier momento pueden encarcelar a cualquier empresario de transporte público.

IX.- Los periodistas, activistas de Derechos Humanos y ambientalistas son vistos como un estorbo o amenaza para el nuevo modelo del “Ejecutivo unitario”, y poco a poco se les va acorralando con leyes, extorsión financiera y persecución selectiva. ¿Si son una minoría dentro del 3% por qué les preocupa tanto?

X.- Somos una nueva potencia del Surf y el centro histórico se ha renovado drásticamente, pero en silencio avanza un proceso de gentrificación sin precedentes. Esto puede ser una bomba de tiempo.

XI.- El modelo Bukele ha trascendido fronteras, apoyado con una maquinaria de marketing digital imponente; pero en los últimos meses demasiadas malas noticias están afectando la imagen del modelo en la prensa internacional ¿lo miden?

XII.- El Centro de Confinamiento para el Terrorismo (CECOT), además de albergar pandilleros y migrantes, es un nuevo centro sofisticado de turismo selectivo para ciertas personalidades internacionales. Es propaganda, pero es nociva.

XIII.- Pese a que las elecciones tienen sus consecuencias…, la Asamblea Legislativa y la Corte Suprema de Justicia padecen de una pérdida de identidad y personalidad propias. ¿Deberíamos volver a leer a Montesquieu o mejor no?

XIV.- El Nayib Bukele de 2015 progresista, de izquierdas, demócrata, creativo, de gorra, no es ni la sombra del Nayib Bukele de 2025 conservador, de derechas, autoritario, alérgico a la prensa, opaco y de chaquetas bordadas.

XV.- La relación entre los presidentes Trump y Bukele es muy buena, demasiado buena para ambos, pero no tan buena para los migrantes que sostienen la economía con el envío de remesas.

XVI.- Pese a que muchas cosas han cambiado y mejorado, sobre todo muchos de los servicios públicos, el milagro económico no llega, no crecemos más del 3% y no atraemos inversión extranjera directa, hay buenas razones.

XVII.- Cada cierto tiempo el Presidente anuncia que renovará la infraestructura de cientos o miles de escuelas, pero al pasar el tiempo vuelve anunciar lo mismo. La gente toma nota, y el nuevo sitio web dos escuelas por días es un tiro en el pie, es algo imposible y absurdo de cumplir.

XVIII.- Se ha dicho demasiadas veces que el país ya no se va a endeudar, que con las ganancias del Bitcoin todo va a mejorar, pero lo cierto es que casi todos los meses en la Asamblea Legislativa se aprueban nuevos préstamos. Aunque no lo crean, parece en las noticias.

XIX.- No estoy seguro a dónde va el Presidente con este modelo, a veces parece que vamos rumbo a Caracas con escala en Nicaragua, ojalá no sea así; y creo que se está a tiempo de corregir la deriva de la nación. Piensen, dediquen tiempo a pensar y a dialogar con otros actores no convencionales.

XX.- Mi punto de vista podría estar sesgado, al final es una opinión, pero la forma más contundente de rebatir estas ideas sería con evidencias, desclasificando información reservada, siendo más transparente con la prensa, presentando planes de trabajo y proyectar ideas más democráticas y menos autoritarias, entre otras.

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