Las “Bacantes”¿Sacerdotisas o Pecadoras?
Antiguamente, las “bacantes” eran las sacerdotisas del dios Baco. Al paso de los siglos el origen de aquellos rituales dedicados a la divinidad del vino de ambrosía se perdió en las sombras del tiempo. Posteriormente en épocas de mascarada se llegó a llamar “bacante” a la mujer ebria y desvergonzada de la farsa carnal, que se entregaba a los placeres mundanos. Siglos después de aquellas celebraciones romanas el nombre de “Carnaval” llegó a ser sinónimo de libertinaje. El suceso, sin embargo, era el mismo festival de rostros profanos que reían, cantaban y adoraban al dios de la felicidad. Aunque durara tan sólo los tres días que los infieles robaban a la eternidad. En aquel extraño y alegre ensueño de la multitud enmascarada, se vivía el mismo drama carnavalesco de la existencia. La sensual comedia de los seres humanos –o que dicen ser humanos. Entre la muchedumbre solíamos hallar toda suerte de antifaces. Donde unos lloraban, otros reían o soñaban, mientras otros más se desvanecían en su eterna mueca de felicidad. Mágicas comparsas que una vez al año cobraban vida en el efímero festejo. Al fin, disfraces variados e insólitos del alma humana en la escena del mundo… (XXXII) de: “La Máscara que Reía.” ©

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