“Sirius”, la Estrella Perro seduce a Casiopea
En medio de su asombroso acto, la tragedia suele acompañar a los domadores y lanza-puñales -como ocurriera con Damus, actor estelar del Circo Orión. Como ya he dicho, este apuñalador de espectros amaba a su protegida Casio -su hermosa y carismática asistente de su acto. La joven Casiopea era empalada en un círculo de madera como objetivo de los disparos del lanzador. En el arte escénico del empalamiento un artista se presta como objetivo humano -ya en el lanzamiento de puñales o de tiro con arco. El propósito del lanzador es clavar las saetas lo más cerca del cuerpo del voluntario para no causarle lesiones o la muerte. Pero, como dije antes, la tragedia suele ensombrecer la vida de algunos artistas circenses como los son los acróbatas, domadores de fieras o -en este caso- los lanzadores de dagas. Tal ocurrió en la vida de Damus. Sucedió que -durante una noche de carnaval- la joven Casio fue seducida por Sirius el malabar, el cual llegó furtivo hasta su camerino. Esto, aprovechando que el lanzador y domador de fieras había quedado dormido -profundamente ebrio- dentro de la jaula de leones. Casio también amaba en secreto al malabarista y -pese a las fatales consecuencias de su infidelidad- se entregó en brazos del osado seductor. (IX) de: “La Máscara que Reía.” ©

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