Los cuatro monos sabios
Cuando comencé a hablar sobre los “Cuatro Monos Sabios” riéndome sobre un correo que recibí, uno de mis contertulios me advirtió: ¡Solo son tres! El primero, se tapa los oídos, el segundo la boca y el tercero los ojos...
Muy bien, pero aprovechando el momento y el tema les conté, que en uno de mis viajes a Japón, visitamos NIKKO, un precioso pueblo a 140 kilómetros de Tokio, al que se llega en tren, saliendo de la estación cerca del Templo Sensoji en Azakusa.
Ya en Nikko, entramos el Monte Natain o Montaña sagrada, donde hay muchos templos y santuarios y caminando por calles, plazuelas y veredas, atravesando esos puentes redondeados de color rojo sobre riachuelos con agua muy clara y peces de colores, apreciamos el silencio y la paz del lugar e impacta la exquisitez del orden, la limpieza y el cuidado de cada árbol, cada jardín, cada monumento y cada templo.
Muy, pero muy diferente del Parque Bicentenario con el orden, la limpieza y la conservación y mantenimiento del entorno.
Pues siguiendo la ruta religiosa y turística, llegamos al santuario Tshogu, donde está la figura original de los “Tres Monos Sabios": Mizari, Kikazaru e Iwazaru. Su significado original es, no ver, no oír y no cosas malas, que aquí de joven lo aprendí, como “ver, oír y callar”, para evitar problemas.
Pero volviendo a los monos sabios, me preguntaron, ¿Cuál es y qué hace el cuarto? y les mostré la imagen en la que aparece el cuarto mono, absorto y ensimismado en la pantalla de su teléfono inteligente.
Y es cierto, si comprueba en su entorno, en la casa, un restaurante, una cafetería o heladería, incluso, cuando en la mesa están el padre, la madre y los dos hijos. Cada uno centrado en sus mensajes y chats con otras personas desatendiendo a quienes tienen enfrente.
Ya estamos en la situación en que como todos lo hacen, nadie se siente desatendido. Semejante a la condición en la que cuando todos mienten, nadie se siente engañado.
Si observa a los grupos de amigos o parientes que llegan a un restaurante, se sientan, los atiende el camarero, piden, les sirven, comen viendo el teléfono, no hablan entre sí, solicitan la cuenta, pagan, se levantan y salen de local, viendo sus pantallas. ¿Fue una reunión familiar o de amigos? Sí, así son las reuniones familiares o de amigos actualmente, con nula interrelación personal y completa dedicación a otros. ¿Será que nos estamos deshumanizando, cada día auto aislándonos más, alejándonos de lo básico, volviéndonos más relativistas y amantes de la inmediatez? ¡Pues, quizás sí!
Y también lo digo, porque cada día veo más personas de todas las edades con bonitos dibujos coloridos tatuados en sus cuerpos y como hoy todo es relativo, no tatuarse se entiende como no estar actualizado y no ser suficiente cool.
¿Y qué sucederá con la utilización de la IA, cada día más frecuente y en más áreas de la vida? Leyendo sobre el tema encontré, que según las estadísticas europeas, el 80% de los jóvenes entre 20 y 35 años, antes de realizar una inversión pequeña o grande, emprender un viaje, comprar algo o resolver un problema, consultan a la inteligencia artificial y se muestran muy satisfechos con las recomendaciones. ¡Ya dejaron de pensar y decidir por sí mismos!
Y retomando el tema de los monos sabios, leí que hay otros dos, uno que se tapa la nariz y otro la parte baja del vientre, que entendiéndolo por el lado positivo, además de no oír, no ver, no decir, también no oler y no hacer el mal.
Así, las cosas y las épocas, a ver cuando aparece el sexto mono que ya no piensa.
Pedro Roque / Ingeniero
Todo es más fácil más y más sencillo con sentido común.

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