La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en El Salvador
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se estableció en El Salvador en la década de 1950. La Iglesia ha experimentado un crecimiento sostenido, actualmente cuenta con más de 130,000 miembros, conocidos también como Santos de los Últimos Días, organizados en 176 congregaciones en todo el país.
Para los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Jesucristo ocupa un lugar central en sus creencias y en sus vidas. Los miembros de la Iglesia creen que Jesús es el Hijo de Dios.
Actualmente hay 128 centros de reuniones, un templo en funciones y un templo anunciado en octubre de 2024 para su construcción, brindando mayor acceso a los miembros de la Iglesia del occidente del país. Los Santos de los Últimos Días consideran que los templos son la “Casa de Dios”, una creencia básica para la Iglesia es que la familia es la unidad básica de cualquier sociedad.
El servicio misional es una parte importante de la Iglesia. En El Salvador hay más de 451 misioneros y misioneras de diferentes nacionalidades sirviendo en todo el país quienes comparten un mensaje del evangelio de Jesucristo que brindan felicidad, consuelo y esperanza a las personas.
La Iglesia de Jesucristo ha tenido un papel activo en la ayuda humanitaria y el servicio comunitario en El Salvador. Durante los últimos años, ha desarrollado numerosos proyectos en colaboración con instituciones gubernamentales, organizaciones civiles y líderes comunitarios, con el objetivo de aliviar el sufrimiento, fortalecer la autosuficiencia y brindar esperanza a quienes más lo necesitan.
Entre las iniciativas se encuentran la donación de suministros médicos, sillas de ruedas, kits de emergencia, mobiliario escolar y programas para mejorar la visión de los estudiantes. Estas acciones son posibles gracias a las ofrendas de ayuno de los miembros de la Iglesia en todo el mundo, quienes donan generosamente cada mes, a través de realizar un ayuno voluntario durante 24 horas y donan el equivalente al costo de sus alimentos. Estas ofrendas permiten financiar miles de proyectos humanitarios en más de 190 países, incluyendo El Salvador. Este principio de solidaridad se vive con profunda fe y refleja el compromiso de los miembros con los principios del evangelio de Jesucristo.
La participación en actividades de servicio de los Santos de los Últimos Días en El Salvador ha sido muy significativa, tal como las campañas altruistas de donación de sangre a través de la Cruz Roja, que continúa siendo un testimonio del compromiso activo con su fe. También, la Iglesia promueve activamente programas de autosuficiencia y educación entre sus miembros, con el objetivo de que puedan construir una vida plena, con propósito y valores sólidos.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días reafirma su deseo de seguir contribuyendo al progreso espiritual y social del país, brindando mensajes de amor cristiano, de fe y de esperanza, para el beneficio de miles de salvadoreños.

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