“El gusano y el caracol de un mar sin nombre”
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No mires en otros sus defectos sin ver antes los tuyos. Fábula del gusano y el caracol: Encontráronse un día, en las arenas de un mar sin nombre y lejanía, un caracol marino y un gusano de tierra adentro. El gusano -que gustaba criticar a sus semejantes- reprochó al caracol su lentitud al caminar, diciéndole en tono burlón: “Al paso que vas, tardarás mil años en llegar a tu casa.” “Mi casa va conmigo -respondió el aventurero caracol- pues lo único que llegamos a poseer de la vida es la aventura. No me interesa llegar temprano a ningún lugar. Y si bien es cierto que a veces no logro llegar hasta donde quisieran mis ansias infinitas, sí tengo el valor de cruzar la frontera de la reventazón y llegar hasta donde quieran mis ilusiones…” El gusano burlón quedó avergonzado al comprender su necedad. “¿Cuándo yo sería capaz de cruzar la terrible frontera de las mareas?” -exclamó acobardado ante la sola idea de echarse a la mar. Moraleja: Nunca hables del defecto de otros sin tomar en cuenta los tuyos. (De fábulas “Pastor de Ovejas Perdidas” de C. B.)

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