Luz de las heridas
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Luz de las heridas. El fruto herido de la vida: En mi sueño me encontré llorando. Entonces pregunté al Padre “¿Por qué el ser humano -aunque sea rico, fuerte, bello, hermoso, sabio, justo o que ame sin medida- no puede escapar de conocer el dolor, durante su existencia? Entonces la Divinidad me respondió, dándome un fruto perfumado y una daga; “Pártelo en dos -me dijo. Sólo así brotará la miel de su dulzura. El fruto es el corazón humano. Suele ser herido por la vida, para que surja de él lo más hermoso, dulce y sublime.” Comprendí así que una lágrima es el precio de una estrella. Por eso vemos en el firmamento la luz de tantas lágrimas derramadas en el mundo. Ya sea en el dolor, la soledad, el amor, la guerra o el olvido. Nuestra patria herida deberá sanar en luz, amor, paz y libertad. “La herida es el lugar por donde penetra la luz” -dice Rumi, el sabio persa, desde la noche del pasado. “Somos estrellas cubiertas de piel. La Luz que buscas ya está dentro de ti” -continúa. Siendo el fruto divino que esconde dentro si el prodigio, necesitamos que la vida nos hiera para que penetre la luz a nuestro interior. Muchas veces, inmersos en las sombras de la duda y el drama de la adversidad. (Libros Balaguer: Librería UCA y La Ceiba)

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