Remesas familiares: ayuda humanitaria, no mercancía de exportación
La remesa familiar no es mercancía de exportación sujeta a arancel, sino ayuda familiar humanitaria, producto del fruto laboral del emigrante en Estados Unidos, que ya pagó sus impuestos en aquel país. Imponer un arancel a estas remesas -además de ser un plan perverso e ilegal- lindaría con el hurto, rapacería o estafa. Esto desde el punto legal y humanitario. La irónica figura “Gran y Hermoso Proyecto de Ley” -presentada por el ala republicana a la Cámara de Representantes para su evaluación- incluye un “impuesto especial” del 5% a las remesas de la población emigrante. Misma que -además de pagar sus impuestos- contribuye con su arduo trabajo a la economía norteamericana en áreas agrícolas, industriales, comerciales, domésticas, tecnológicas… El “Gran Hermano” del Norte ha olvidado que -desde la invasión colonial inglesa a América- ganó el “Ius solis” o "derecho al suelo” que otorga la nacionalidad al nacido en cualquier país. Se puede decir que todo norteamericano es descendiente de la ancestral migración europea. La rica, hermosa y poderosa nación del norte debe presentarse a Latinoamérica como el “Gran” y “Buen Hermano” o vecino, para engrandecer su imagen ante la Historia y la humanidad. Su feroz e insensata guerra comercial debiera, acaso, ser ante potencias mundiales y no con naciones en desarrollo. Mismas que -repito- han y contribuyen a su grandeza económica y cultural. ¡Pax in Orbis hermano mayor!

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