Santa Ana 23oC   69% H San Salvador 24oC   69% H San Miguel 24oC   69% H Surf City 24oC   69% H
  mapa
EDH

Shakira en El Salvador Calendario Mundial 2026 Temporada de Navidad Conciertos en El Salvador Festivales Turismo en El Salvador Noticias

Banner versión desktop Banner versión móvil
   CONTENIDO DE ARCHIVO: ¡Estás navegando en el pasado! 🚀 Da el salto a la nueva versión de elsalvador.com. Te invitamos a visitar el nuevo portal país donde coincidimos todos.

Las apariencias engañan

Esta ceguera la padecemos todos en mayor o menor medida. La ceguera que nos impide conocer a fondo al prójimo, al próximo. El refrán popular dice: “Las apariencias engañan”. Nos ofuscamos con apariencias llamativas que deslumbran por lo físico, intelectual o económico. Y que a lo mejor esconden una triste pobreza moral o intelectual Ahora más que nunca, gracias a la publicidad, es fácil disimular carencias penosas.

Avatar del autor

Por Heriberto Herrera
Publicado el 10 de febrero de 2023


Cuántas veces hemos hecho valoraciones precipitadas de personas que después resultaron erróneas. Nos habíamos dejado encandilar por una apariencia deslumbrante y resultó que terminamos desencantados al constatar que solo se trataba de una epidermis atractiva. Epidermis que puede ser física o intelectual o… Conste que no siempre somos nosotros los que tenemos la culpa de haber evaluado mal. Hay personas hábiles en vender su imagen envuelta en disfraces bien cuidados.


O al revés. Descalificamos a personas por su apariencia humilde y resulta que son personalidades riquísimas a nivel espiritual, social, intelectual o artístico. Es un caso triste de miopía que no logra ir más a fondo de la simple apariencia.
Algo así le pasó a Jesús. Creció en su pueblo de Nazaret hasta la edad adulta y ningún vecino percibió algún destello de su intensa personalidad escondida. Luego, al salir a la luz pública, se creó un terrible conflicto entre sus paisanos. Primero, les llegó la noticia de que su vecino el carpintero estaba conmocionando a la gente de la cercana ciudad de Cafarnaum con su palabra poderosa y sus milagros impactantes.


Cuando Jesús regresa a su humilde pueblo de Nazaret es recibido con una mezcla de entusiasmo e incredulidad. Jesús, el vecino de toda la vida, el obrero como cualquier otro lugareño, se pone de pie en la pequeña sinagoga y explica la Palabra con una sabiduría desconcertante. Doble desconcierto: ¿Dónde aprendió eso, si aquí ha vivido toda la vida? ¿Cómo se atreve a afirmar que lo dicho en el texto bíblico se realiza en su persona?


Del desconcierto colectivo se pasa a la reacción violenta: su vecino Jesús es un atrevido que se autoproclama enviado por Dios. Para ellos, Jesús se pasa de la raya: es un blasfemo y hay que matar a los blasfemos. Lo sacan a la fuerza de la sinagoga y tratan de lanzarlo a un despeñadero. ¿Qué les impidió llevar a cabo ese intento “justiciero”? El relato bíblico es discreto: “Pero él, abriéndose paso entre ellos, se alejó”. Nunca más volverá a Nazaret.

Esta ceguera la padecemos todos en mayor o menor medida. La ceguera que nos impide conocer a fondo al prójimo, al próximo. El refrán popular dice: “Las apariencias engañan”. Nos ofuscamos con apariencias llamativas que deslumbran por lo físico, intelectual o económico. Y que a lo mejor esconden una triste pobreza moral o intelectual Ahora más que nunca, gracias a la publicidad, es fácil disimular carencias penosas.


En cambio, por miopía imperdonable, talvez no logramos ir más allá de una apariencia modesta que cobija una personalidad de altos quilates espirituales, morales o simplemente humanos. Personas cercanas que no salen en periódicos o televisión,, pero que son gigantes de bondad.

Y la peor miopía sería vivir sin lograr descubrir la presencia viva y amorosa de Jesús en nuestra realidad cotidiana. Perder así la oportunidad de entablar una amistad sólida con ese Amigo fiel que no se cansa de llamar a nuestro corazón.

Sacerdote salesiano y periodista.

💡
¿Qué deseas ver ahora?