Atascos en Acajutla aumentan costos de empresas en El Salvador

Los problemas de operación del puerto de Acajutla han sido denunciados desde el año pasado. Atrasos en la atención y esperas que se pueden alargar hasta más de un mes han tenido impactos en la economía de las empresas.

Y podrían influir en aumentos de precios a los consumidores.

Un empleado dedicado a temas de logística para una gran compañía en El Salvador, que pidió no revelar su nombre ni el de la empresa para esta nota, asegura que el hecho de que un cargamento permanezca tanto tiempo en el área de anclaje de un puerto mientras llega su turno para ser atendido les ha generado desabastecimiento de algunos productos durante semanas, lo que se ha traducido en pérdidas monetarias importantes.

"Nos hace menos competitivos. Estamos pensando en alternativas de entrada para no tener que hacer uso de Acajutla, tal vez descargar en algún puerto de Guatemala y traerlo por tierra. Pero eso también es costoso. Se debe analizar la relación del costo y el beneficio", comentó.

VER: Exportadores mueven productos vía Panamá por atrasos en Acajutla

Silvia Cuéllar es la presidenta de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport). Hace unos días, contó a El Diario de Hoy el caso de una empresa que trae productos desde China, que optó por descargarlos en un puerto de Panamá para trasladarlo por tierra a nuestro país. Aseguró que este solo desplazamiento le significó a esa compañía un sobrecosto de medio millón de dólares.

"Es que, imagínese, las decenas de contenedores que vienen en un barco hoy tienen que pagar un flete para venirse por tierra desde Panamá. Eso es carísimo", explicó.

La noticia de atascos en el puerto de Acajutla ha sido recurrente al menos desde 2024.

El Diario de Hoy explicó en una nota de marzo que, como razones de estos problemas, se enlistan el aumento en la demanda por el flujo del comercio, el hecho de que solo están habilitados siete de los ocho atracaderos del puerto y que solo dos pueden atender a barcos de gran calado, y que el personal no es suficiente para atender el volumen. Según una fuente del puerto, lo más común es que si se solicitan tres cuadrillas para un barco, solo se les asignen dos.

Los atascos podrían empezar a repercutir en el precio de la comida, especialmente en los granos básicos. Según un representante de un importante agroservicio en El Salvador, que pidió resguardar su identidad, es posible que insumos agrícolas como los fertilizantes comiencen a subir de precio para el nuevo ciclo agrícola, pues las empresas importadoras están viendo atascos para entrar a descargar en Acajutla.

"Se pagan miles de dólares diarios por tener los barcos parqueados. No es gratis estar en un puerto", comenta. Mateo Rendón, coordinador de la Mesa Agropecuaria, Rural e Indígena, afirma que son conscientes de esa realidad. Sin embargo, el ciclo agrícola no ha comenzado y todavía no les posible establecer esa relación.

"En los agroservicios, nos advirtieron en abril que compráramos ese mes, porque para mayo y junio aumentarían de precio. Creo que es reflejo de esos problemas", dice Luis Treminio, presidente de CAMPO.

El puerto y los nuevos responsables

Acajutla fue catalogado en el puesto 385 de 405 en el Índice de Desempeño de los Puertos de Contenedores, elaborado por el Banco Mundial y la calificadora S&P Global en 2023. Fue el vigésimo peor en esa lista.

Fue, además, el peor calificado de toda Centroamérica y se ubicó muy lejos de las terminales vecinas, como los guatemaltecos Puerto Quetzal (247) o Puerto Barrios (122), o el hondureño Puerto Cortés (175).

"El efecto negativo de un rendimiento deficiente en un puerto puede extenderse más allá del interior de ese puerto a otros, ya que los servicios de transporte marítimo de contenedores siguen un calendario fijo con ventanas de atraque específicas en cada puerto de escala de la ruta. Por lo tanto, un mal rendimiento en un puerto podría alterar todo el programa. Esto, a su vez, aumenta el coste de las importaciones y exportaciones, reduce la competitividad del país y obstaculiza el crecimiento económico y la reducción de la pobreza", dice el informe.

VER: CEPA controlará solo el 20% en la empresa que operará los puertos

Debido a esto, era urgente una modernización de dicha terminal. El Gobierno de El Salvador decidió que el mejor camino era una alianza público-privada.

Desde diciembre de 2024, los puertos de Acajutla y La Unión están bajo la administración de Unión Portuaria del Pacífico, conformada en un 80% por la empresa turca Yilport y en un 20 % por la Comisión Ejecutiva Autónoma Portuaria (CEPA).

Es a esta nueva compañía a la que le corresponde reparar con velocidad los problemas de Acajutla. Su gerente general, Luis Canto, manifestó ante medios de comunicación a finales de febrero que son conscientes de los atascos, por lo que están comprando nuevo equipo como parte de la inversión de más de $1,600 millones.

"Todo esto lleva tiempo, sé que hay mucha angustia, tenemos problemas en el puerto de una gran congestión… para mejorar, necesitamos equipamiento, infraestructura, reparar los equipos que recibimos, el 30% en condiciones complicadas, no tenemos repuestos… de los $50 millones de la fase 0, hemos comprado ya $20 millones, pero eso tarda en llegar", manifestó Canto.

Si bien los problemas en el puerto se siguen manifestando, sus autoridades cuentan con la confianza de las gremiales empresariales más importantes, como la ASI o la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal).

"El tema de los puertos no es un tema de país, de El Salvador. Los puertos están congestionados en toda la región… En el caso de El Salvador, tenemos retos en el puerto de Acajutla. En Camarasal tenemos un comité de Puertos que está trabajando de la mano de la administración. Han explicado que la inversión va en diferentes etapas. Esperamos que para este año se pueda nivelar la situación", comentó Yesenia Salas, directora de Asuntos Técnicos de Camarasal.