“Ni nombre de Dios” hacen comerciantes afectados por incendio de Mercado Central de Santa Ana

“Hay días que ni siquiera nombre de Dios, vendemos”. Así de complicada es la situación para los comerciantes ubicados en el parque Francisco Meléndez, en el distrito de Santa Ana, en Santa Ana Centro, y que salieron afectados con el incendio del Mercado Central, hace 50 meses.

Los comerciantes urgen a la alcaldía que reconstruya las instalaciones ya que las condiciones en que están ofreciendo sus servicios y productos no son las adecuadas.

Incluso, los comerciantes son de la idea de que la municipalidad debe de limpiar las instalaciones del centro de abasto y que les permita regresar a ellas, aún sin la reconstrucción de la infraestructura.

Los comerciantes instalados en el parque mencionan una lista de dificultades que están enfrentando en dicho sitio.

Lea además: "Desde el 11 de marzo de 2021 no vemos al alcalde". Un año sin un nuevo mercado en Santa Ana tras incendio

Durante el invierno, por ejemplo, los puestos improvisados se inundan, aparentemente, ante la falta de un sistema de drenaje adecuado.

A lo que se suma que el lugar parece una laberinto que no tiene entrada ni salida, por lo que son escasos compradores los que se atreven a ingresar al parque en busca de algún artículo.

Los pasillos permanecen solos. Los únicos que suelen caminar en ellos, son los mismos arrendatarios que continúan llegando porque, en algunos casos, son hasta cuatro generaciones los que se han dedicado a la actividad comercial.

“Tenemos varios problemas en estos negocios. Ahorita ya viene el invierno y esto se inunda totalmente. Dos, no hay entradas donde la gente pueda decir ‘aquí están ubicadas las señoras, vamos a entrar a ver los productos’. No hay entradas viables, no nos dan propaganda para decir ‘ahí están las señoras de los mercados’. Hay gente que a estas alturas, después de cuatro años, no saben ni siquiera que estamos aquí”, lamentó Josselyn Zambrano, quien se dedica a la comercialización de flores.

La santaneca lamentó que no les brindan “ningún tipo de solución” ante las dificultades que atraviesan desde hace más de cuatro años.

El Mercado Central se quemó el 10 de marzo de 2021, aproximadamente a las 8:30 de la noche, presuntamente por un corto circuito.

Ocho meses después del siniestro, el presidente Nayib Bukele anunció que construiría varias obras, entre ellas la reconstrucción de mercados que corrieron con la misma suerte ese mismo año: el de San Miguelito, con un presupuesto de $8 millones, y Santa Ana, con $17 millones, según registros periodísticos.

Sin embargo, a cincuenta meses del incendio, las instalaciones del centro de abasto continúan sin ser reconstruidas.

Todo el mercado ha sido rodeado de lámina; el área donde se encontraban los puestos quemados, está limpio, sin basura, aunque la maleza ha comenzado a crecer.

Mientras que hay otra área que no fue afectada por las llamas; pero, de igual manera, los arrendatarios fueron reubicados, en el parque Colón, por el proceso de reconstrucción que aún se mantiene pendiente.

“Hay días que ni siquiera nombre de Dios, vendemos, y los impuestos hay van diario, hay que pagar, porque aquí pasan cobrando como que fuera un mercado donde hay una gran seguridad, donde hay una gran venta, un gran apogeo de clientes y no lo hay porque la gente está esparcida en Santa Ana, ahorita”, señaló Zambrano, quien es la cuarta generación que se dedica al comercio en el mercado.

Los comerciantes construyeron sus propias infraestructuras provisionales, sin recibir apoyo municipal.

Le puede interesar: El nuevo mercado de Santa Ana será un edificio de varios niveles, dice alcalde

Fueron cerca de 500 negocios los que resultaron afectados directamente con el incendio del mercado.

Ellos fueron reubicados en el parque Menéndez; pero muchos han abandonado sus negocios debido a las pocas ganancias en el sitio y a las condiciones inadecuadas que experimentan para ofrecer sus servicios y productos.

“Sólo estamos la mitad de los del incendio; mejor han optado por poner ventecitas en sus casas (o) mejor buscan trabajo porque aquí no hay ingreso fijo. Aquí uno va sobreviviendo y si hemos sobrevivido a estas alturas es porque tenemos clientes, gracias a Dios, que siempre lo andan buscando a uno”, dijo Zambrano.

“Nosotros hemos pensado como vendedores, que una solución viable sería que limpiaran el predio y que nos dieran los espacios, aunque sea, ya que no hay solución. Uno como sea ve cómo se rebusca porque dinero tampoco hay, la economía está totalmente detenida aquí”

Josselyn Zambrano
Arrendataria

Mientras que Karla Renderos contó que, junto a su familia, tuvo que reinventar su ocupación para seguir generando ingresos económicos debido a las bajas ventas que tienen en el parque.

Cuando se encontraban en las instalaciones del mercado vendían granos básicos y hortalizas; pero en el parque “se improvisó para tener un medio de subsistencia”.

A los tres meses que fueron reubicados en el parque Menéndez, dejaron de vender dichos productos y comenzaron a elaborar tortillas, productos que los mantiene aún funcionando a pesar de las dificultades.

“Se perdió la clientela, aquí las condiciones no son óptimas para trabajar. Ha bajado la clientela al 75%”. relató Karla, quien también es la cuarta generación de su familia que trabaja en el mercado.

Margarita Batres, quien vende ropa y cosméticos, señaló que en el parque “estamos mal porque a veces se vende, a veces no se vende” ante la poca afluencia de compradores.

“Si no hay dinero para construir mejor que nos den permiso de ir a limpiar y que nos den el lugar que nos correspondía”, señaló la comerciante quien llegó al mercado desde los 7 años de edad. Actualmente tiene 61 años.

Recordó que ha sido afectada en dos ocasiones con incendios en el Mercado Central. La primera ocasión fue en el año 2000 y la segunda, 21 años después.

En ambas ocasiones tuvo grandes pérdidas económicas; sólo en el 2021 recién había recibido un préstamo del que sólo había dado dos abonos.

Sin dar fecha ni montos sobre el proyecto, el alcalde, Gustavo Acevedo, informó el 2 de mayo, en su cuenta de Facebook, que “tenemos visto bueno del BM (Banco Mundial)” para iniciar la construcción del mercado.

Por ello, convocó a una reunión al Comité de Contraloría Ciudadana para “encontrar un punto en común y reubicar a los vendedores” que aún se instalan en los alrededores del mercado.

Sin embargo, el 23 de abril, en una transmisión en Youtube, el edil explicó que “ya estamos en el proceso final” que incluye la reubicación de vendedores para lo cual ya tienen un terreno visualizado, sin precisar ubicación, donde habrá “un mercado temporal”.

“Ese momento, yo sé que va hacer de una u otra forma estresante porque vamos a tener que remover a los vendedores del alrededor para comenzar. No queremos tener una tragedia y no queremos tener ningún inconveniente tampoco con sus compradores porque recuerden que una tragedia con un vendedor y un comprador, pues los accidentes pasan, no solamente aquí en nuestro país sino que a nivel Latinoamericano. Hemos visto alguna viga, o que algo colapsa y podemos tener condiciones de alguna forma trágica”, explicó el edil.

El Comité de Contraloría Ciudadana por la Reconstrucción del Mercado N.º 1 de Santa Ana informó, en su cuenta de Facebook, sobre la reubicación de los comerciantes que están en los alrededores del mercado, que el traslado debe de realizarse hasta que “se firme el contrato y esté presente la empresa supervisora del proyecto, tal como se ha establecido en los acuerdos previos”.

Según indican, serían 187 vendedores que están en el perímetro censado por el Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT) los reubicados para el inicio de los trabajos, de los cuales aún no hay fecha, al menos pública.

“Lastimosamente aquí nos han dejado en el abandono. Estamos usurpando un lugar que no nos corresponde. Aquí nadamos en las correntadas de agua. Ya llevamos cuatro año de estar aquí y estamos en el olvido, en el abandono”

Margarita Batres
Arrendataria