Reynaldo López Cardoza: "No comparto que seamos cárcel del mundo”

El diputado Reynaldo López Cardoza, del Partido de Concertación Nacional (PCN) rechazó la idea de que El Salvador tenga encarceladas a personas de más países que no hayan cometido algún crimen dentro del territorio, así expuso en conferencia de prensa este martes.

“Yo no creo que nosotros seamos tampoco cárcel de todo el mundo, eso no podría ser. Nosotros tenemos más de 100,000 presos en las cárceles, entonces, también hay que atender a la gente que tenemos presa, que alguna puede ser inocente, porque algunos no están condenados y poder darles también su libertad de poder ellos salvarse si es que no han hecho nada malo”, indicó.

"Lo que sí yo no comparto es que seamos cárcel del mundo, eso no lo comparto", enfatizó.

El Salvador recibió en marzo de este año a más de dos centenares de personas venezolanas deportadas por el gobierno estadounidense para que permanezcan en el sistema penitenciario salvadoreño.

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La justificación verbal de las autoridades de ambos países es que los enviados por la administración de Donald Trump son todos delincuentes del Tren de Aragua; sin embargo, entre ellos hay inmigrantes sin condición regular.

“Lo único que sabemos es que vienen a una cárcel, a estar encerrados, o sea, daño a los salvadoreños no nos va a causar", señaló el diputado que es aliado del gobierno.

Las declaraciones de López Cardoza responden a un posible escenario que El Salvador busque tener en su sistema penitenciario a más personas enviadas de otros países, como es el caso de los venezolanos enviados por la administración Trump desde EE.UU. como acuerdo (no transparentado) entre ambos países.

Caso Ábrego García

Kilmar Ábrego emigró a Estados Unidos con apenas 16 años para huir de las pandillas de El Salvador. Pero ahora, a los 29, terminó preso en la temida megacárcel de pandilleros de su país, adonde llegó encadenado con otros 260 deportados por el gobierno de Donald Trump.

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Fue detenido frente a su niño de cinco años cuando salía de una tienda en Maryland, en el noreste de Estados Unidos, donde vivía con su esposa estadounidense y otros dos hijos de ella.

Setenta y dos horas después, el 16 de marzo, llegaba a San Salvador en medio de un impresionante despliegue de seguridad, junto a 238 venezolanos y otros 22 salvadoreños acusados de integrar las bandas Tren de Aragua y Mara Salvatrucha.

Cardoza recordó que hay congresistas y un senador estadounidense que han venido al país a abogar por el ciudadano salvadoreño.

“Fue un error del gobierno de los Estados Unidos, no de El Salvador, hay que dejarlo bien claro", dijo. Y que El Salvador debería coordinarse en regresarlo.

"Debería El Salvador de ponerse a trabajar en forma de poder coordinar con el gobierno de los Estados Unidos, ya que es la oposición la que lo está pidiendo allá; pero en realidad debería de regresarse allá porque ha sido un error, los errores hay que enmendarse, somos humanos y podemos cometer errores, todos; pero hay que enmendarse”, añadió el parlamentario chalateco.

Tribunales estadounidenses han ordenado al gobierno de Trump facilitar su regreso, pero hasta el momento no han mostrado voluntad en regresarlo ni su gobierno ni el salvadoreño.