Las dolorosas historias detrás del cementerio de autos Tkuma en Israel
Más de 1,600 autos yacen en el cementerio de autos de Tkuma, en Israel, algunos quemados y otros destrozados por las balas, pero detrás de cada uno hay una historia de muerte y dolor.
La música electrónica era lo único que hacía que Ruth, a sus 17 años, se sintiera viva y libre. Eso lo descubrió su padre cuando ella tenía cinco. Desde entonces la dejaban que escuchara música todo el día.
Ruth nació con distrofia muscular y parálisis cerebral severa. No podía mover las piernas, caminar, ni hablar. Pasaba todo el día en su silla de ruedas. Sin embargo, en el momento que ella escuchaba música solía sonreír.
Erick Pérez, de 58 años, padre de Ruth, hacía todo por ver feliz a su hija, le colocaba sombrillas de colores y luces en su silla y cada fin de semana la llevaba a fiestas de música electrónica.

El 6 de octubre de 2023, Erik, con el afán de hacer feliz a su hija, se la llevó a la fiesta Nova, un evento de música electrónica al aire libre en un área rural cercana al kibutz Re'im, en el desierto occidental del Néguev, al sur de Israel.
La mañana siguiente, los más de 3,000 asistentes a la celebración fueron sorprendidos por los terroristas de Hamás que atacaron a Israel por varios puntos fronterizos con la Franja de Gaza, dejando más de 1,500 muertos y más de 250 secuestrados.
Erick intentó proteger a su hija en una ambulancia, sin tener éxito. Los cuerpos fueron identificados dentro del automotor 12 días después de la sangrienta matanza, junto a los restos de otras personas que se habían refugiado allí, buscando salvar su vida.
DE INTERÉS: Nir Oz, la comunidad que se aferra a la esperanza tras ataque de Hamás

"A esta ambulancia le dispararon, le lanzaron granadas y un misil antitanques (...) un año y medio después sabemos que ahí fueron asesinadas 18 personas, que pensaron que una ambulancia sería un lugar seguro, pero lamentablemente fue un destino trágico para ellos", explica Gabriel Chocrón, de Conexión Israel, una organización que se enfoca en las relaciones entre Israel y América Latina.
El vehículo en el que Ruth y Erick fueron asesinados ahora es parte de los 1,600 automotores ametrallados y algunos quemados, que permanecen en el cementerio de autos Tkuma, en memoria de las personas asesinadas, donde antes fue un campo de cultivo de trigo.
Chocron explica que la idea de colocar todos los carros en un solo lugar tenía en ese momento dos motivos: el primero logístico y el segundo cultural.
Los vehículos habían quedado esparcidos a lo largo de una de las carreteras principales que conducen al sur del país, lo que dificultaba el desplazamiento del ejército hacia la zona del ataque.
El segundo motivo está relacionado con la importancia que le da el pueblo judío a los cuerpos de las personas fallecidas.
"Nosotros los judíos, creemos en la santidad del cuerpo, así que tenemos la obligación de enterrar a nuestros seres queridos, literalmente hasta la última gota de sangre", explica Chocron.
"Si asesinaron a una persona dentro de un vehículo, incluso quemaron a algunas personas y lo que quedaba eran cenizas, había que llevar a un lugar a los vehículos para extraer las cenizas, la sangre los restos y demás, y por eso los trajeron a este lugar", agrega el representante de Conexión Israel.
Luego de que todos los carros fueron ubicados en el predio, las autoridades comenzaron las tareas de identificación de las víctimas, de las cuales, en algunos casos sólo había cenizas.
"En muchos casos era difícil identificar los restos, porque estaban totalmente incinerados y era agarrar la ceniza e intentar conseguir ADN de esas cenizas", relata Chocron.
En la identificación de las víctimas cuyos restos quedaron dentro de los vehículos participó una organización de judíos ortodoxos especialistas en recuperación de cadáveres en masacres, atentados o desastres naturales, cuidando la santidad de los cuerpos.
"Ellos vinieron acá con decenas de expertos para sacar de cada auto los restos, los identificaban y se lo entregaban a la familia para enterrarlo, lamentablemente parte de los restos no fueron identificados y fueron enviados a una especie de fosa común en sacos que contenían kilos y kilos de cenizas", dice Chocron.
Luego, los vehículos quemados que estaban más dañados fueron colocados uno sobre otro formando una pared con unos 300 automotores.

Otras víctimas
Junto a la ambulancia donde murió Ruth y su padre han colocado el vehículo donde se transportaba un policía que se encontraba con incapacidad médica debido a que tenía cáncer, pero cuando escuchó que habían atacado la estación de policía de la ciudad fronteriza de Sderot decidió ir para intentar ayudar, pero fue acribillado en el camino.
Un poco más adelante está un Suzuki Jimny blanco con varios orificios de bala. El conductor Guy Illouz, de 26 años, fue secuestrado cuando trataba de huir del campo donde se realizó la fiesta Nova.
Por varios meses la familia desconocía la suerte de Guy, hasta que una joven secuestrada fue liberada y confirmó a su familia que el chico fue gravemente herido por la espalda, raptado y llevado a la franja de Gaza.
La joven que también estaba herida habló con él y recuerda que Guy se sentía obligado a sobrevivir porque quería volver a ver a su mamá. Sin embargo, luego de pasar varios días secuestrado dentro de un hospital en la franja de Gaza, Guy murió.
Luego está un minibús blanco donde fueron masacrados un grupo de ancianos pensionados, algunos de más de 80 años, que ese fatídico sábado se dirigían a un paseo hacia el Mar Muerto.

En la ciudad de Sderot, se detuvieron porque el auto tenía una llanta pinchada. Mientras esperaban pasó un vehículo con terroristas que al verlos pararon y los atacaron con armas de guerra matándolos a todos.
Al centro del cementerio de autos llama la atención por su decoración un Cupra negro, en el cual Ben Shimoni, de 31 años, ahora conocido como el ángel de fiesta Nova, salvó a varias personas.
Ben logró poner a salvo a cuatro personas en un primer viaje, luego regresó y salvó a otros cinco. Sin embargo, la tercera vez que intentó poner a salvo a tres personas más fue abatido por los terroristas que habían colocado puestos de control en la carretera.
El ataque fue captado por la cámara del tablero del auto que mostraba cómo los terroristas abrieron fuego contra el vehículo de manera indiscriminada.
La banda israelí Synergia lanzó una canción basada en un poema sobre Shimoni. "¿Quién es la persona que regresa al infierno, un momento después de haber escapado?", dice la primera estrofa.

CONTENIDO DE ARCHIVO: