El concierto de música electrónica que fue convertido en un memorial en Israel
Una sobreviviente acompañó a El Diario de Hoy en el recorrido del memorial en honor a las 378 víctimas asesinadas en la fiesta Nova.
Una joven de 33 años se para frente a la foto de sus amigos colocada sobre una valla y acaricia con su mano sus rostros, como queriendo sentirlos, hace una breve pausa y dice con resignación "Este es el último lugar donde disfrutamos".5
Ella es Mazal Tazazo, una sobreviviente del ataque del grupo terrorista Hamás, cometido el 7 de octubre de 2023, que dejó más de 1,500 muertos en las comunidades israelíes cercanas a la franja de Gaza. Ella relató a El Diario de Hoy la pesadilla que vivió, durante una visita al memorial en honor los 378 hombres y mujeres jóvenes que fueron asesinados.
Mazal recuerda que junto a sus dos mejores amigos Danielle y Yochai, se encontraban disfrutando del amanecer de la fiesta Nova, un evento de música electrónica al aire libre en un área rural cercana al kibutz Re'im, en el desierto occidental del Néguev, al sur de Israel, cuando todo comenzó.

Investigaciones posteriores han revelado que los atacantes no sabían de la fiesta en la que se encontraban unas 3,000 personas, pero mientras se desplazaban hacia otro poblado descubrieron la actividad y comenzaron la masacre.
"Todos empezaron a huir y nosotros salimos intentando llegar a la carretera, pero estaban disparando y empezamos a correr por los montes" dice la sobreviviente.
DE INTERÉS: Nir Oz, la comunidad que se aferra a la esperanza tras ataque de Hamás
En la carretera los terroristas habían colocado en una curva una especie de retén, para disparar de forma indiscriminada a todos los vehículos. Mazal tuvo que fingir que estaba muerta, pero un atacante le golpeó la cabeza con la culata de un fusil y perdió el conocimiento por un rato. Los terroristas le prendieron fuego al monte para que los cuerpos se calcinaran.

Cuando el fuego le llegó cerca a Mazal, tuvo que decidir entre morir quemada o que le disparan, para su suerte, logró huir y esconderse dentro de un carro, donde permaneció hasta ser rescatada.
El lugar ahora se ha convertido en una exposición permanente con los retratos de las víctimas, las cuales son adornadas con peluches, instrumentos, bufandas y la historia de cada una de las personas que fueron asesinadas
Mazal dice que al principio no quería hablar de este episodio tan aterrador, pero luego decidió hacerlo para crear conciencia a nivel mundial sobre el atrocidades cometidas ese día por el grupo terrorista Hamás en contra de población civil, entre ellos sus dos amigos, cuyos sueños y metas, fueron apagados para siempre.

CONTENIDO DE ARCHIVO: