Irma de Alvarado: la mujer que dirige una iglesia en San Salvador
La reverenda Irma de Alvarado es la encargada de la iglesia San Juan Evangelista (Anglicana) que desde su instalación en el país, hace 55 años, ha tomado un camino progresista con enfoque comunitario
La Iglesia Anglicana es reconocida por ser "la iglesia de Inglaterra", de origen cristiana autónoma cuya doctrina se basa en el estudio de la Biblia, combinado con la tradición y la razón.
Esta denominación religiosa nació a partir de una reforma impulsada por la corona inglesa en 1534 (siglo XVI), la cual según la historia popular fue promovida por el rey Enrique VIII, luego de que el Papa le prohibiera divorciarse para casarse con la sobrina del pontífice de ese momento.
Con el paso de los años, la fe anglicana se ha expandido por todo el mundo. Aunque cada iglesia nacional es independiente, comparten principios doctrinales, litúrgicos y éticos. Esto significa que, aunque en países como El Salvador hay apertura para que mujeres y personas LGBTIQ+ puedan prepararse para el sacerdocio, esa realidad no es compartida por todas las iglesias anglicanas del mundo, ya que en otras regiones aún prevalecen posturas más conservadoras.
En El Salvador, la reverenda Irma Alvarado fue la primera mujer ordenada como sacerdotisa en esta iglesia en 2010, hace casi 16 años. Esto ocurrió 12 años después de que la iglesia San Juan Bautista lograra su autonomía e independencia, tras 37 años de haberse establecido formalmente en la Avenida Olímpica de San Salvador en 1970.
Alvarado relata que creció en un hogar católico, pero que en 1981 tuvo la oportunidad de conocer la iglesia San Juan Bautista, donde también conoció a su esposo, el ahora obispo David Alvarado. Juntos iniciaron su labor misionera en 1985.
"Mis padres eran líderes activos en la iglesia católica a la que asistíamos. Ellos me inspiraron mucho, pero decidí transicionar a la iglesia anglicana porque aquí las mujeres sí somos aceptadas para hacer un trabajo que comúnmente solo se les permite a los hombres", relata la líder religiosa.
"Quería servirle al Señor en un ministerio ordenado", agrega la reverenda, quien cuenta que para lograrlo cursó cuatro años de estudios teológicos en Guatemala. Tras años de servicio, afirma: "cada vez me siento más segura de que el Señor no me rechaza por ser una mujer en el altar".

Desde su ordenación, tres mujeres más han sido ordenadas como sacerdotisas y, actualmente, hay otro grupo de mujeres realizando estudios teológicos para seguir sus pasos. "Muchas llegan con temor, quizá por el estigma que implica que una mujer sirva a Dios como sacerdote, pero mi ordenación ha significado un cambio, no solo para mí, sino también para otras mujeres", subraya.
La reverenda explica que dentro de su iglesia nunca ha enfrentado rechazo por parte de sus colegas hombres, pero sí ha tenido que hacerlo fuera de su congregación, especialmente en espacios interdenominacionales donde las mujeres no pueden ocupar cargos representativos. "Tengo amigas religiosas con quienes formamos parte del grupo Ecuménico por la Paz. Ellas esperan que en sus iglesias también se acepte que las mujeres sirvan a Dios algún día", expresa.
Alvarado reconoce que aunque históricamente ha habido resistencia a la figura de la mujer sacerdotisa en otros credos, eso ha ido cambiando, en parte —según ella— gracias al impulso que el papa Francisco dio a las mujeres durante su pontificado.
El obispo David Alvarado, quien está a cargo de las 20 iglesias anglicanas ubicadas en diferentes puntos de El Salvador y Centroamérica, explica que los anglicanos tratan de seguir las enseñanzas de Jesús, quien repetidamente expresaba que su casa era para todas las personas que lo necesitaran: "El Señor no nos ha mandado a discriminar a nadie por ninguna causa. Nos preocupamos más por la persona que por su pecado, porque creemos en la reconciliación", opina.
Esa visión ha caracterizado a la Iglesia Anglicana en El Salvador por su enfoque progresista y por abrir sus puertas a comunidades tradicionalmente excluidas por otras religiones, como las personas LGBTIQ+, mujeres líderes espirituales, familias no tradicionales y personas en situación de vulnerabilidad.
Por ello, además de sus servicios religiosos, la iglesia San Juan Bautista mantiene ministerios que apoyan a quienes lo necesiten, tanto a sus feligreses como a cualquier persona que se acerque a su templo. También participa activamente en causas sociales como los derechos humanos, la justicia climática, el acompañamiento a migrantes y la inclusión de la diversidad sexual.
Según el obispo Alvarado, actualmente hay alrededor de 3,000 salvadoreños que se identifican como anglicanos y que ven en esta congregación una alternativa, posiblemente porque buscan una espiritualidad cristiana más abierta y socialmente comprometida. Una iglesia con una postura inclusiva que contrasta con muchas de las iglesias tradicionales en El Salvador.
En la Iglesia Anglicana los siete sacramentos católicos son bien recibidos y no se requiere un nuevo bautizo para ser parte de la comunidad, como sucede en otras denominaciones. La iglesia San Juan Evangelista ofrece servicios de oración cada miércoles a las 10:00 a.m., y la Santa Eucaristía se celebra cada domingo a las 10:00 a.m.


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