Científicos de la UES investigan violenta explosión en ausoles de Ahuachapán
Científicos de la Universidad de El Salvador llegaron a los ausoles en el balneario Termales de Santa Teresa un día después de la explosión que asustó a los pobladores.

El jueves, una explosión en los ausoles ubicados en el balneario privado Termales de Santa Teresa, a uno 9 kilómetros de la ciudad de Ahuachapán, causo alarma entre los pobladores.
El fenómeno se volvió viral, sobre todo por un video de una cámara de vigilancia que circuló en redes sociales, el cual captó el momento de la explosión y a unos soldados y policías corriendo despavoridos del lugar, huyendo de una nube de vapor, que luego es seguida de una ola de lodo hirviendo que va arrastrando algunos objetos, entre ellos una pequeña mesa.

El vulcanólogo Miguel Hernández, coordinador de la carreta de Ingeniería Geológica de la Universidad de El Salvador, fue el líder de un grupo de científicos, estudiantes y docentes de la UES que llegaron ayer al lugar para hacer una inspección para evaluar la situación, recolectar muestras y datos con ayuda de aparatos científicos de medición.
Loa que ocurrió en los ausoles es lo que los geólogos llaman una "explosión hidrotermal". La intensa actividad hidrotermal de la zona está asociada a fallas geológicas que tienen conexiones con la profundidad de la tierra por medio de conductos por los que circulan fluidos y vapor. Los fluidos son muy ácidos y alteran la roca, la deshacen, y la convierten en arcilla.
Con el paso de los años, esa arcilla empieza a taponear los conductos. Eso produce un incremento de la presión del vapor de agua en el interior del subsuelo y con el tiempo se incrementa tanto que rompe el tapón y sale a la superficie a través de una explosión hidrotermal, que va acompañada de lanzamiento de lodos, rocas y todo lo que se encuentra en el agua, y eso es precisamente lo que ocurrió en Ahuachapán.

Son eventos que ocurren de forma esporádica en periodos de entre 30 a 35 años, por lo que Miguel Hernández descarta que este evento se repita en los próximos días, ya que la presión acumulada ya se liberó.
Hernández aclaró que no se tiene pruebas de que el evento esté relacionado a la sismicidad ocurrida recientemente en Guatemala.
La explosión no ha sido un hecho desconocido, hay un historial de otras explosiones similares que se han documentado en el pasado y algunas han sido trágicas.
En Agua Shuca, en esta misma zona de Ahuachapán, ocurrió en 1990 una explosión hidrotermal en la que murieron alrededor de 25 personas y hubo numerosos heridos. Dejó un cráter de 40 metros de diámetro y lanzó escombros en un área de 200 metros alrededor de los ausoles. El mismo cráter también había explotado en 1868 y lo ha hecho muchas veces antes según la evidencia geológica. Esta región de Ahuachapán es conocida por su intensa actividad geotérmica y explosiones ocasionales, según la web del U.S. Geological Survey.
En el caso de la actualidad no murió nadie, pero los expertos de la UES recomiendan que vale la pena retomar medidas de seguridad para la población que vive en los alrededores. Y que las autoridades no permitan construir más casas por lo menos a unos 200 metros de distancia.



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