Por creencia religiosa, niños no son enviados a la escuela, pero sí a vender en el cantón de Chinameca
En el cantón Las Marías, del distrito de Chinameca, la comunidad ha sido testigo de una congregación cuyos miembros no pueden recibir asistencia médica, no pueden recibir vacunas, vestirse con estampados o un traje no tradicional de la doctrina, ni entrar a la casa de una persona considerada "mundana" aunque sea un establecimiento comercial.
En el cantón Las Marías del distrito de Chinameca, en San Miguel Oeste, más de una veintena de niños que son hijos de miembros de la iglesia Evangelista de la Fe en el Señor Jesús, no asisten a las escuelas que están en la comunidad, porque los progenitores consideran que esos lugares son de "contaminación espiritual", por lo cual evitan que se relacionen con otras personas que no comparten su fe.
Los líderes de la iglesia reúnen a todos los niños cada miércoles, para que uno de los encargados les enseñe a leer, escribir y los números, comentan habitantes de ese cantón, quienes además señalan que quien educa a los infantes carece de la preparación adecuada. Además los padres autorizan castigos como parte del proceso educativo.
Un profesional de educación, en etapa de jubilación, comentó que ese problema lo ha visto durante varias décadas e incluso cuando él ejercía intentó, de diversas formas, concientizar a los padres para que permitieran a su hijos asistir a la escuela, pero fue casi imposible desarraigarlos de sus creencias.
Añade que sí logró que tres niños, de tres familias diferentes, regresaran a la escuela, pero los padres tuvieron que retirarse de la doctrina, pues ya no fueron recibidos por someterse a las leyes "terrenales" y no seguir las divinas. Los tres niños siguen asistiendo a la escuela hasta la fecha.
En marzo pasado, cuando el medio de comunicación Izcanal informó que en esa comunidad había niños que no asistían a la escuela, personal del Ministerio de Educación y Conapina llegaron al centro escolar del cantón Las Marías para constatar la información y cuestionar fuertemente a los maestros por haber proporcionado la información sobre 23 niños que desertaron de la escuela, a causa de las creencias religiosas de la familia. "Casi despiden al maestro por eso", explicó una fuente cercana al caso.
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Debido a ese incidente, ahora hay mucho hermetismo para saber a cuánto ha ascendido la cifra de niños que ya no asisten a clases. Según habitantes del lugar, la comunidad religiosa sigue creciendo al mismo ritmo que crece la deserción escolar de los hijos de los miembros de esa iglesia.
Aunque los infantes no van a la escuela, sí colaboran en las finanzas del hogar, vendiendo en las calles del cantón. Tres menores, de entre 8 a 13 años, que son parte de la iglesia, venden frente a la calle de la escuela. Al inicio estaban solos vendiendo quesadillas a la orilla de la calle en el cantón Las Marías, pero tras la inspección del Mined y Conapina, decidieron que un adulto permaneciera con ellos en el puesto de venta.
Hay lugareños que lamentan que mientras los niños pasan las horas en la venta de quesadillas y sin asistir a la escuela, los adultos dedican las horas a las actividades de su iglesia.
José Gómez, exmiembro de la congregación, explicó que los integrantes de esa iglesia solo reciben regalos de otros miembros y que no aceptan regalos de otras personas para evitar contaminarse de cosas que no son de procedencia cristiana.
"Me quisieron golpear todos dentro de la iglesia porque uno de los ancianos me estafó con unas varas de conacaste que le vendí, no me gustó eso, fue lo último para que me saliera pero antes me habían dado un cargo de líder y la responsabilidad de castigar a los niños mal portados de la congregación; estuve en desacuerdo y por no aceptar todas esas situaciones me salí", explicó Gómez.

La mayoría de los integrantes de esa comunidad religiosa viven en una situación de extrema pobreza por la falta de una preparación académica y oportunidades; cuando crecen el único modo de subsistencia es la venta de alimentos o agricultura; en muchas familias el círculo se ha mantenido repetitivo hasta que alguno de los hijos, por buscar superación, lo rompe al cumplir la mayoría de edad.
"Una vez yo en ver que andaba uno de esos niños descalcito, me dio tanta lástima que le quise regalar unos zapatos, pero al abordarlo me respondió que no me los podía aceptar porque la religión les prohibía usar zapatos de un "impío"; ¿Y cómo ayudarles a esas personas, con ese tipo de pensamiento infundados por su pastor?", expresó un habitante del lugar.
"Hubo una persona que mandó a los niños solo hasta cuando se hizo la entrega de las tablets, de ahí ya no volvieron a mandarlos", añadió.
Otro lugareño contó que "una vez una mujer iba con su hijo y prefirió aguantar toda la lluvia que tomar una sombrilla o capa que le proporcionaban, solo porque era de color negro".
Comentarios como estos son los que se escuchan en la comunidad de Las Marías.
Sin convivencia social
Los habitantes del cantón, por no verse involucrados y evitar problemas, aunque escuchan todas esas situaciones, prefieren vivir y dejar vivir a los demás. Sin embargo, no dejan de sorprenderse al ser testigos de los hechos que por años se han visto asociados a la rígida doctrina de la congregación.
Las personas de la iglesia Evangelista de la Fe en el Señor Jesús tampoco pueden recibir asistencia médica o ingerir algún medicamento; no pueden recibir vacunas de ningún tipo, ni involucrarse con las personas en cualquier actividad recreativa, solamente con miembros de su misma congregación. Tampoco pueden vestirse con estampados o un traje no tradicional de la doctrina, ni entrar a la casa de una persona considerada "mundana", aunque este sea un establecimiento comercial.
Los cuerpos de socorro y promotores de salud están atados de manos en estos casos. El jefe de la seccional de Comandos de Salvamento, filial Jucuapa, manifestó que ya se han registrado muchos incidentes en los cuales han intentado ayudar a las personas, pero que al ser de esta congregación se rehusan a ser atendidas.
El último caso fue el de la mujer que murió en 2024 cuando dio a luz en ese sector; otras fuentes revelaron que niños también han muerto por parásitos u otras enfermedades, producto de la falta de medicación.
Se solicitó información a su filial del distrito de San Marcos, vía WhastApp, pero no hubo respuesta.

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