Cosecha de agua y otras buenas prácticas para contrarrestar los efectos del cambio climático
Los reservorios, preparación de abono orgánico y otras prácticas para la resiliencia ante los efectos del fenómeno del Niño o Niña en comunidades aledañas al volcán Chaparrastique.
Al menos doce comunidades entre los distritos de Chinameca y San Jorge, del municipio de San Miguel Oeste, aprendieron prácticas agroecológicas para la adaptación a los efectos del cambió climático.
El proyecto Resiliencia Comunitaria ante los Efectos del Niño/Niña, en los departamentos de San Miguel, San Vicente y Chalatenango, es financiado por CARITAS Alemania, y ejecutado por la misma organización que tiene presencia en cada uno de los departamentos favorecidos.
Para el departamento de San Miguel, los fondos aprobados fueron de $200,000 e iniciaron en enero de 2024 y finalizan en diciembre de 2025. Beneficiando a alrededor de 150 familias con la construcción de 30 reservorios y módulos para aves.
En el componente de medios de vida están incluidos los huertos caseros a nivel familiar, módulos de aves, y cosecha de agua, las técnicas agroecológicas consistente en la reproducción de microorganismos, elaboración de abono orgánico, y la retención de agua en las parcelas agrícolas. Y el otro componente es la organización de comisiones comunales de Protección Civil.
Los reservorios los construyen de una geomembrana con yardas de plásticos sobre el suelo con alguna profundidad para que logren captar la mayor cantidad de agua lluvia.
Con el módulo de aves, a cada familia les dieron la malla, la lámina, y 12 aves (pollos), dos utensilios, uno para ponerle el agua y otro para el concentrado. Cada persona fabricó el pequeño corral.
Diego Martínez, coordinador del área de gestión de riesgos del proyecto, dijo que con el proyecto se busca que las familias tengan alimentos y que puedan tener un excedente de producción y puedan utilizarlo para el consumo familiar.

Martínez explica que con el tema de cosecha de agua tiene que ver con el cambio climático porque cuando hay sequía, la gente no tiene agua para poder sembrar algunas plantas frutales, hortalizas, “lo que nosotros promovemos es que las familias puedan tener 10 plantas de chile, de tomate y otras que sean fáciles para ellos y que no demandan de mucha agua; esa es la idea de los reservorios; aunque ya vista la realidad de la gente a veces la ocupan hasta para el consumo, para oficios, domésticos, lavar ropa, bañarse; y por eso mismos cuidan bastante los recursos”.
Además, el proyecto contempla la construcción de 12 obras de mitigación tres por cada comunidad en los dos distritos, se trata de la construcción de rampas de concreto en las principales vías de acceso que durante el invierno esos puntos se vuelven quebradas dejando incomunicados a las diferentes comunidades.
Las obras tendrán un costo de $67,000 y será una aportación entre CARITAS, la alcaldía y las comunidades.
Walter Rivas Córdoba, tesorero de la asociación de desarrollo del cantón Joya de Ventura, dice que el proyecto les ha enseñado a tener una agricultura y producción de hortalizas sostenibles, “nos dieron las semillas nos enseñaron a hacer el abono orgánico, los reservorios, preparar los suelos con materia orgánica como el estiércol de vaca “.
Rivas Córdoba aún recuerda la severa sequía que afectó en el 2015, agravada por el fenómeno de El Niño, cuando se perdió la producción de los granos como el maíz, frijol y hasta el pasto para los animales.

“De una manzana de terreno que sembré maíz, lo perdí todo, lo único que logré cosechar fue un saco de maíz; fuimo golpeados con esas sequía, en ese año no conocíamos de las nuevas técnicas para trabajar y producir en la tierra, esperamos sacarle provecho al proyecto que nos ha dado CARITA”, agregó Rivas Córdoba.
En el cantón Joya de Ventura sólo 30 familias se beneficiaron, las únicas que mostraron interés asistiendo desde las primeras reuniones y capacitaciones, asegura Walter Córdoba, tesorero de la asociación de desarrollo del cantón Joya de Ventura, .

Carina Estela Aparicio, 40 años, del caserío Los Cisneros, del cantón Candelaria, distrito San Jorge, fue beneficiada con un módulo de aves ponedoras, un reservorio para la cosecha de agua y plantaciones frutales; en su hogar se dedican a la pequeña agricultura del maíz, y frijol para el consumo.Ella dice que el agua lluvia que logra recoger en el reservorio la usa para lavar ropa, regar algunas plantas y para las dos vacas.
“Con el reservorio nos estamos beneficiando no solo para darle agua a los dos chivitos (semovientes), también para el uso en el hogar porque aquí no contamos con agua potable”, dijo Aparicio.

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