"45 kilómetros cuadrados para extraer oro": Las zonas de posible explotación minera
San Isidro es una localidad de Cabañas donde en la década de los años 2000 se realizó exploración minera en casi la totalidad de sus cerros. Esto determinó la presencia de un gramo de oro por tonelada de roca, además que la opción más rentable sería la minería a cielo abierto, algo que implica la deforestación de más del 60% del distrito, para convertirlo en una serie de cráteres. Mientras tanto sus habitantes se mantienen alerta en defensa del agua y la tierra.

Las montañas que rodean San Isidro parecen observar al pueblo, lo rodean desde cualquiera de los cuatro puntos cardinales, además evocan la lucha en contra de la explotación minera. Hace unos años fueron perforadas por grandes tubos de hierro para determinar el nivel de concentración del oro que resguardan. Foto EDH / Miguel Lemus 
La resistencia de hace más de una década se ilustra en el parque central de la localidad. El sol da viveza a los colores de un mural en el que predominan los amarillos y rojos. Es una especie de cadena formada por siluetas de niños que parecen jugar tomados de las manos. Foto EDH / Miguel Lemus 
A un extremo de la obra está pintado el rostro sereno de Monseñor Romero y al otro el de Marcelo Rivera, uno de los personajes más reconocidos de la localidad, considerado un mártir de la lucha contra la minería. Foto EDH / Miguel Lemus 
Al centro del mural a Mons. Romero y a Marcelo Rivera los une una frase que se lee con un tono intermitente de guitarra, "Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos", un fragmento de una canción del cantautor venezolano Alí Primera. Marcelo Rivera fue secuestrado, torturado y posteriormente asesinado en julio de 2009. Luego de 15 años, la autoría intelectual del asesinato no ha sido esclarecida por el Ministerio Público salvadoreño. Foto EDH / Miguel Lemus 
Dos niños juegan frente a un mural del río Titihuapa pintado en uno de los muros de la casa de la cultura de la localidad. Foto EDH / Miguel Lemus 
Este muro se encuentra en el cantón Llano de la Hacienda, data de la época cuando las empresas mineras exploraban los territorios, siempre en estas obras el símbolo de resistencia es el afluente del río Titihuapa. Foto EDH / Miguel Lemus 
Al fondo el cerro El Caballo, son 30 manzanas de bosque que se talarían para utilizarse como "deposito de colas", es el lugar donde se colocan las rocas sobrantes ya con una aplicación química. Foto EDH / Miguel Lemus 
Este es un nacimiento de agua a orillas del río San Francisco, durante la exploración minera se determinó que este sector también serviría como "depósito de colas", osea donde se colocan todos los desechos ya con aplicación de químicos luego de la extracción de los minerales valiosos. Foto EDH / Miguel Lemus 
Vista de la cancha del cantón San Francisco El Dorado. Este sector es parte de una mina que funcionó hace más de 100 años y donde a principios de los años 2000 se realizó una exploración minera. Foto EDH / Miguel Lemus 
Al interior del Cantón San Francisco El Dorado, la zona en la que la empresa Pacific Rim realizaba exploración minera se encuentra cercada y algunos de los habitantes de la comunidad cumplen funciones de resguardo de las instalaciones. Foto EDH / Miguel Lemus 
Vista de los vestigios de lo que fuera la base de central de operaciones de Pacific Rim en El Dorado. Foto EDH / Miguel Lemus 
El cerro de Ávila es uno de los mas representativos de la localidad, en su interior existió una mina subterránea de hace mas de 100 años de antigüedad. Foto EDH / Miguel Lemus 
Según el estudio de exploración minera el área de explotación seria de 45 kilómetros cuadrados y la forma de extracción por medio de mina a cielo abierto, esto quiere decir que mas de la mitad del municipio se convertiría en un grupo de cráteres. Foto EDH / Miguel Lemus 
Estas montañas son parte de los lugares que fueron explorados en la década de los 2000, casi todos los terrenos fueron perforados para determinar el nivel de concentración de oro que poseen. Foto EDH / Miguel Lemus 
El río Titihuapa es uno de los principales afluentes de San Isidro y sus aguas desembocan en el río Lempa. Por gravedad estas aguas recibirían la contaminación de los químicos utilizados en la minería. Foto EDH / Miguel Lemus 
El estudio de las mineras determinó que la concentración de oro en la zona es de un gramo por tonelada de roca, edemas en El Salvador no se pagan fianzas millonarias en concepto de seguro por daño ambiental y la mano de obra es mucho más barata que en otros países. Foto EDH / Miguel Lemus

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