Comedores: espacios donde se preserva la tradición culinaria salvadoreña
La comida salvadoreña es más que pupusas, tiene una variedad de platillos con influencia de distintas partes del mundo a las cuales también nosotros hemos influenciado como región.

Los comedores son de esos espacios en donde se preserva la gastronomía típica y tradicional de El Salvador. Foto EDH/ Menly González 
La cocina cuscatleca se divide en comida típica, que es la que se come todos los días, y la comida tradicional, conformada por platillos fuertes que tienen que ver con ritos religiosos, cultivos estacionales o valores sociales, y que, además, no se consumen todos los días. Estas últimas recetas deben ser ejecutadas exactamente como se enseñaron. Foto EDH/ Menly González 
Muchos platillos que comemos todos los días tienen una mezcla de culturas y técnicas no solo de España, sino también del mundo árabe, francés, africano, estadounidense, italiano y alemán, entre otros. Foto EDH/ Menly González 
Muchos de nuestros platos se mezclan entre los sabores amargo y dulce por el uso predominante de flores y verduras locales, como la pacaya, pipianes, chufles, el ejote, flor de izote, el alguashte (semilla de ayote molida), el café y el chocolate. Foto EDH/ Menly González 
Los tamales, que en general son un platillo muy festivo, ahora son de consumo cotidiano en desayunos, meriendas y cenas. Debido al alto costo de los alimentos, sus ingredientes han variado. Foto EDH/ Menly Gonzalez 
El chilate y los nuégados, considerados alimentos de paso, se pueden clasificar como un platillo típico, pues no solo se consumen por las tardes, como un "antojito", sino también como desayuno, como el que don Francisco Recinos disfruta en la chilatería Conchita, en el Mercado Central. Foto EDH/ Menly González 
Los frijoles son de los alimentos infaltables en el desayuno de los salvadoreños y en otra variedad de recetas. Con los años, los desayunos han incorporado carnes, aves y embutidos. Foto EDH/ Menly González 
Jorge Cipactli, chef profesional y gastrónomo, recalca que no existe un divorcio con España, pues también nosotros hemos influenciado la cocina europea al haber exportado chocolate, papa, chiles, aguacates, vainilla y especies animales como los pavos que consumimos para las cenas de fin de año. Acá la variedad de platillos que se ofrecen en los comedores. Foto EDH/ Menly Gonzalez 
“No solo fuimos influenciados por Europa, Europa se influenció de nosotros, debemos perder la vergüenza de que nuestro país no tiene nada, el país es más que pupusas”, enfatiza el chef Jorge Cipactli. Mujeres elaborando las infaltables tortillas. Foto EDH/ Menly González 
Los diarios oficiales publicados en el país a lo largo de la historia brindan pistas de donde se volvieron tendencia ciertos platillos, por ejemplo se mencionan los menús del Hotel Nuevo Mundo donde figuraba el bistec y las sopa de pata. En la Gaceta El Salvador, se puede leer que en el Hotel Alemán de San Salvador se servían rellenos. En esta foto, una de las combinaciones más comunes en desayunos y cenas en el país de hoy. Foto EDH/ Menly González 
Cabe recalcar que la comida salvadoreña continúa evolucionando no solo por la influencia de las redes sociales, también por el refuerzo de las técnicas culinarias o, por otro lado, debido a que las nuevas generaciones buscan alimentarse de comidas más simplificadas para adecuarlas a sus jornadas laborales y otras responsabilidades, pero también debido al cambio climático. En la foto, una venta de nuégados. Foto EDH/ Menly González

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