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El día a día en las filas para entregar insumos a presos del Penal de Izalco
Largas filas y una sensación de esperanza caracterizan las afueras del Centro Penal de Izalco, donde familiares llegan a dejar insumos a parientes detenidos.
Cientos de familiares llegan a dejar paquetes para sus familiares recluidos en el Centro Penal de Izalco. Muchos ya poseen carta de libertad pero, el penal no los ha liberado por lo que familiares continúan llevando los paquetes. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Desde tempranas horas, los familiares de reos recluidos en el Penal de Izalco llegan a dejar paquetes donde se incluyen insumos básicos y necesarios para la estancia dentro de la cárcel. Foto EDH/Emerson Del Cid 
En las afueras de la caseta donde se dejan los paquetes, hay una lista de lo que es permitido ingresar al complejo de reos de Izalco. Foto EDH/Emerson Del Cid Son largas colas que las personas realizan. En su mayoría son mujeres que van a dejarle paquetes a sus hijos o familiares. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Unos canopis sirven como caseta para dejar los paquetes. Acá solo se puede saber si el preso se mantiene en la misma celda o ha sido trasladado, no se informa el estado de salud en el que se puede encontrar. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Las personas caminan alrededor de 700 metros por la calle principal hacia el Penal de Izalco, desde el límite donde no permiten el paso de vehículos. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Los familiares que llegan a dejar el paquete no se acercan al penal. La caseta donde dejan su bolsa con insumos básicos está a 500 metros de distancia del centro de detención. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Ningún familiar se acerca a las instalaciones del penal. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Los paquetes que se entregan varían de precio, usualmente se mantienen entre $20 y $100, dependiendo de lo que contenga. Foto EDH/Emerson Del Cid 
El penal recibe paquetes hasta las 3:30 de la tarde todos los días. Foto EDH/Emerson Del Cid 
La mayoría de personas mantienen la esperanza que los paquetes sean verdaderamente entregados a su familiar. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Como pueden, las mujeres cargan sobre si los pesadas bolsas hasta llegar al inicio de la fila para entregar paquetes, donde esperan por alrededor de media hora y 45 minutos. Foto EDH/Emerson Del Cid 
Los comerciantes aledaños aseguran que el puente que está sobre el río Ceniza está en un nivel alto de deterioro. Constantemente pasan camiones de carga pesada y aseguran que podría suceder un accideente. Foto EDH/Emerson Del Cid