Juicio Diddy: Cassie Ventura y el estremecedor relato sobre las golpizas y las abominables fiestas “freak offs”
Cassie, quien empezó su relación con Diddy cuando tenía 20 años y él 36, también reveló cómo el rapero la introdujo al macabro mundo de sus fiestas “freak offs”.
La cantante Cassie Ventura, principal víctima en el juicio por tráfico sexual contra el rapero Sean Combs, conocido como Diddy, describió este martes en el tribunal las brutales palizas del artista que le dejaban "hematomas por todo el cuerpo" y que sucedían "con mucha frecuencia".
"Me abusaba físicamente. Me tiraba cosas, me daba patadas, me arrastraba por el suelo y me daba pisotones en la cabeza", contó Ventura a las preguntas de la fiscal Maurene Comey en la corte federal del Distrito Sur de Nueva York.

Según la cantante de R&B, estas agresiones a menudo le dejaban los ojos negros, hematomas o morados por todo su cuerpo, además de los labios rotos.
La artista, que ahora tiene 38 años y está embarazada de ocho meses y medio, hizo constantes pausas para beber agua y coger aire en la primera parte de su testimonio.
Una de las principales pruebas de la Fiscalía en este caso es el video en el que Combs aparece golpeando brutalmente a Cassie en el pasillo de un hotel de Los Ángeles.
La mujer contó hoy que, ese día, ambos estaban teniendo relaciones con un trabajador sexual en la habitación de su hotel, en una práctica habitual que Combs llamaba 'freak off'.
Las fiscales han calificado estos 'freak offs' como episodios sexuales orquestados por el rapero y no consentidos entre mujeres y trabajadores sexuales masculinos.
Ventura describió los ‘freak offs’ como “experiencias muy coreografiadas” por el rapero. Según explicó Combs decidía sobre todos los aspectos de estas actividades, como la vestimenta que debía llevar la artista, que a menudo incluía una máscara para tapar su rostro y tacones “extremadamente altos”, o la iluminación de las habitaciones en las que tenían lugar estos actos sexuales.
Estos episodios también incluían grandes cantidades de aceite para bebé que, de acuerdo a la víctima, se usaban para lubricar tanto a ella como al trabajador sexual.
En este sentido, en una ocasión Combs le dijo que se metiera en una pequeña piscina para niños llena de este tipo de aceite, algo que hizo porque "sentía que no podía decir que no".
La artista detalló que el primer ‘freak off’ tuvo lugar cuando ella tenía 22 años: en el tribunal se proyectó hoy una fotografía del estríper que fue contratado para este primer encuentro, un hombre afroamericano: “Al principio, Combs quería específicamente hombres negros”, indicó la cantante.
Ese día, Diddy presuntamente le dio a tomar éxtasis antes de comenzar el acto: “Al acabar estaba drogada y me sentía entre sucia y confundida, porque vi que él estaba muy contento y pensé que entonces había hecho algo bueno”, expresó.
Cassie incidió en que, en un primer momento, accedió a participar en estos ‘freak offs’ porque estaba enamorada y porque temía una reacción violenta de Diddy, que ya había empezado a mostrarse abusivo con ella.
Y contó que durante estos episodios sexuales, que generalmente ocurrían en hoteles y duraban horas, se mantenía despierta debido, en gran parte, a las drogas que le ofrecía el rapero, entre ellas éxtasis, MDMA y cocaína.
“No recuerdo todos los ‘freak offs’ porque ocurrían con mucha frecuencia y por el uso de drogas (...) Me sentía humillada, no quería hablar de ello con nadie”, contó la artista, que en este momento del relato comenzó a llorar y tomó un pañuelo para secarse las lágrimas.
La cantante de R&B relató con la voz entrecortada que, en otro de estos encuentros, un trabajador sexual le orinó encima siguiendo las órdenes de Diddy: “Fue humillante y asqueroso. Levanté mi mano (indicando que se detuviese) y Diddy me dijo que parara”.
Al ser preguntada por la fiscal Emily Johnson “por qué no dijo que no”, Cassie respondió: “Creía que estaba claro que yo no quería”.
Combs, que permanece detenido en una prisión de Brooklyn desde septiembre, enfrenta cargos por conspiración con fines de extorsión, tráfico sexual y transporte para ejercer proxenetismo.

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