La Shakira más "loba" recuerda su historia como inmigrante en los Estados Unidos
Shakira envió un mensaje muy personal: "A los 19 años me mudé a EE. UU., igual que muchos de ustedes, desde otro país y en busca de un futuro mejor”.
Shakira se transformó en una "loba" en su concierto de Nueva Jersey (EE. UU.), donde recordó su historia de inmigración en el país, envió un mensaje de empoderamiento femenino y acabó bailando entre billetes mientras se gozaba sus éxitos.
“A los 19 años me mudé a EE. UU., igual que muchos de ustedes, desde otro país y en busca de un futuro mejor”, dijo en inglés la estrella de Barranquilla al introducir uno de sus éxitos, "Objection (Tango)", que escribió “cuando apenas hablaba el idioma” y describió como “la canción de un inmigrante”.
La segunda parada de la gira “Las mujeres ya no lloran” en EE. UU. fue en el mayor recinto del área de Nueva York, el estadio Metlife (unos 82.000 asientos) de Nueva Jersey, pero estuvo marcada por una huelga de trenes que, si bien no frenó a su legión de fans, sí retrasó el inicio del ‘show’una hora y media.
No obstante, una vez Shakira entró en acción, fue imparable: primero con una oda a “las latinas”, para quienes proyectó sus banderas en unas enormes pantallas situadas en la parte de atrás del escenario, y después con un popurrí de sus temas más recientes, bailables y reguetoneros, como "Te felicito" o "TQG".
Entre tanto, la artista aprovechó para agradecer a los presentes haberla apoyado en sus momentos más "vulnerables", simpatizó con las "mujeres solteras" y las "madres solteras", y aconsejó a los emparejados dar prioridad al "amor propio", aunque no se excedió en palabras.
Sobre todo, Shakira hizo un viaje en el tiempo hacia su “niña” interior, quien la guió en estos “tres últimos años que no han sido fáciles”, según dijo, y llegó sus orígenes más étnicos y rockeros, dando espectáculo hasta en sus cambios de vestuario, puesto que las cámaras la acompañaron al camerino.
Y es que el componente audiovisual de las pantallas fue parte imprescindible del concierto, guiado por un personaje 3D a semejanza de la cantante y una loba protectora que cuidaba a sus cachorros, luego representados con fotos de sus hijos Milan y Sasha, quienes la acompañan en "Acróstico".
Y, si al principio de la semana, en Charlotte (Carolina del Norte), Shakira sacó como invitados a Alejandro Sanz y a Wyclef Jean, en esta ocasión dio la sorpresa al llamar a Ozuna, con quien entonó "Monotonía".
Pero más sorprendente fue la despedida, con la rompedora "Bzrp Music Sessions, Vol.53" y la esperada "Loba", que cantó en inglés, con una estimulante puesta en escena: una enorme escultura de este animal que lanzaba rayos láser por los ojos, aunque la mirada de la artista quemaba aún más.

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