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Pancho Lara, santaneco tras "El Carbonero", segundo himno de El Salvador
El legado del maestro Pancho Lara y el esplendor de sitios como el Teatro Nacional, El Tazumal y Casa Blanca convierten a Santa Ana en un epicentro cultural del país.
Santa Ana, también conocida como la "Sucursal del cielo", no solo resalta en El Salvador por su empuje económico e industrial, sino también por ser semillero de talento artístico y cultural. En este contexto emerge la figura de Francisco Antonio Lara Hernández, o simplemente Pancho Lara, un santaneco cuya obra ha trascendido fronteras y se ha convertido en símbolo del orgullo cultural salvadoreño.
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Nacido en 1900, Pancho Lara no fue solo un compositor; fue un cronista musical de la identidad nacional. Sus composiciones, cargadas de poesía, sentimiento y un profundo amor por la tierra, narran la esencia, la naturaleza y las tradiciones del país. Entre ellas destaca "El Carbonero", tema considerado el segundo Himno Nacional de El Salvador, un emblema musical que sigue resonando en actos oficiales, celebraciones cívicas y eventos culturales, dentro y fuera de las fronteras.
La trascendencia de "El Carbonero" va más allá de su melodía. Ha sido interpretada por artistas internacionales y es vista como un reflejo de la identidad y las costumbres te todo el territorio cuscatleco.
El pianista salvadoreño Andrés Ángel versión el considerado segundo himno de El Salvador para piano, en 2018. El videoclip muestra la belleza del territorio nacional.
Óscar Batres, técnico museógrafo del Museo Universitario de Antropología de la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC), expresó al respecto: "'El Carbonero', en términos de simbolismo, es uno de los ejemplos de la música tradicional que nos ilustra, que refleja en parte nuestra identidad, nuestras costumbres y nuestras tradiciones… hace que el salvadoreño mismo pueda valorar mucho más esos aspectos de la cultura nacional".
Tal es su impacto, que incluso la reconocida cantante mexicana Lucha Villa la llevó al repertorio mariachi.
La producción musical de Pancho Lara es vasta. Con más de 300 canciones, muchas de ellas han sido recopiladas, adaptadas y ejecutadas por coros, orquestas y ensambles folclóricos. Temas como "Las cortadoras", "El pregón de los nísperos" y "Los izalqueños" forman parte de su extenso legado.
Su talento y prestigio lo llevaron a compartir escenario y estudio con grandes artistas internacionales.
Entre sus colaboraciones destaca la realizada con el icónico cantante mexicano Jorge Negrete. Juntos grabaron "Sobre la playa" en Nueva York, entre 1937 y 1938, acompañados de la Marimba Panamericana y destacadas voces latinas.
Dicha canción figura tanto en el disco "Cantos de mi pueblo" de Lara, como en una producción de Negrete junto a la Marimba Panamericana.
Pero su aporte al país no se limitó a la composición. Fue el fundador y director del Coro Nacional de El Salvador, con el cual promovió la música coral y fortaleció la proyección cultural del país en el extranjero.
Además, dedicó más de 25 años a la educación musical en las escuelas rurales, sembrando amor por la música en cientos de alumnos.
Por otro lado, desde la dirección del Departamento de Cultura del Ministerio de Educación, trabajó por democratizar el acceso a la música y salvaguardar el folclore salvadoreño, impulsando proyectos culturales con impacto nacional.
Su obra y trayectoria fueron reconocidas tanto en El Salvador —donde se le declaró Hijo Meritísimo de la República (1989)— como en México y Centroamérica, donde su contribución al folclore latinoamericano sigue siendo celebrada.
Pancho Lara también escribió poesía y fue columnista de distinguidos periódicos salvadoreños en donde daba su opinión e invitaba a la reflexión.
El Museo Universitario de Antropología de la UTEC alberga una sala dedicada a su vida y legado.
Allí se exhiben partituras originales, fotografías, testimonios y objetos personales. Para Óscar Batres, "Pancho Lara es un pilar de la cultura salvadoreña… un patrimonio humano cuya herencia tenemos el compromiso de preservar y mostrar a las presentes y futuras generaciones".
Pancho Lara y las plataformas digitales
Spotify, Apple Music y Deezer: “Alama de Cuzcatlán”, “Cantos de mi pueblo”, “Memoria viva”, y “The Pipil Indians of El Salvador”.
YouTube: Pancho Lara [Canal oficial]
Instagram: @pancholarasv
Sitio web: pancholara.com
SANTA ANA, CAPITAL DEL TURISMO CULTURAL EN OCCIDENTE
El legado de Pancho Lara es solo una muestra del vasto patrimonio cultural que resguarda Santa Ana, ciudad que preserva su identidad a través de sus monumentos, tradiciones y espacios históricos.
Uno de sus principales íconos es el Teatro Nacional de Santa Ana, inaugurado en 1910 y considerado una joya arquitectónica de estilo neoclásico. Este recinto ha sido testigo de presentaciones artísticas nacionales e internacionales, y es reconocido como Monumento Nacional por el gobierno salvadoreño.
Si se habla de herencia precolombina, destacan El Tazumal y Casa Blanca destaca como sitios arqueológicos. Estos complejos mayas, ubicados en Chalchuapa contienen vestigios de estructuras ceremoniales y un pequeño museo que expone piezas originales y explica la importancia de la zona en el desarrollo prehispánico de El Salvador. Ambos son Patrimonios Culturales.