Arte salvadoreño brilla en Honduras, Óscar Pérez triunfa con su pieza "Estructura Ritual XVIII"
El arte salvadoreño ha conquistado la XXII Bienal de Escultura y Cerámica de Centroamérica y el Caribe, celebrada en Tegucigalpa, Honduras, con la distinción unánime al artista Óscar Orlando Pérez.
El artista visual Óscar Pérez sigue escribiendo su historia en las artes del istmo. Su obra, “Estructura Ritual XVIII”, ha sido galardonada con el Premio Único en Escultura de la XXII Bienal de Escultura y Cerámica de Centroamérica y el Caribe en Tegucigalpa, Honduras, reafirmando su visión crítica y su innovador uso de materiales.
Además, la también salvadoreña Jennifer Calderón fue reconocida con una primera Mención Honorífica, subrayando la fuerza creativa de El Salvador en la escena artística regional. Asimismo, han participado los compatriotas Óscar Alfaro y Luis Ernesto Monterrosa Turcios.
El Instituto Hondureño de Cultura Interamericana (IHCI), organizador del evento, expresó su orgullo y alegría al recibir a escultores y ceramistas que dan forma y voz a la identidad de la región. La bienal, un espacio vital para el impulso de la escultura y la cerámica centroamericana y caribeña, ha sido un rotundo éxito, con el patrocinio del Banco Atlántida de Honduras.
La pieza ganadora de Pérez, “Estructura Ritual XVIII”, es un ensamble de bloques residuales de poliestireno expandido (conocido popularmente como durapax) que mide 1.49 x 1.65 x 69 centímetros. Creada en 2025, esta obra trasciende la mera estética para convertirse en una profunda reflexión sobre la sociedad contemporánea y su relación con el pasado.


Según lo posteado por el crítico Carlos Lanza en sus redes sociales, la obra de Pérez "pone en tensión una materialidad colonizadora que bajo un falso y desigual intercambio de mercancías, desarticula nuestra relación con el mundo y la vida". El conocedor detalla que "la mercancía no viaja sola, su envoltura oculta los códigos de una cultura avasallante, que poco a poco, ha desplazado zonas de nuestra memoria histórica, dejando entre nosotros apenas ecos de una identidad perdida".
Al utilizar el durapax, un material desechado que encapsula el flujo de bienes en la economía global, Pérez busca "devolverle al sistema colonizador la marca de nuestra propia identidad, utilizando para ello la misma espuma alienante conque el capitalismo contemporáneo coloniza nuestros sentidos y hábitos de vida", añade Lanza.
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La obra ha sido elogiada por el IHCI por "resignificar lo ancestral desde la forma contemporánea", invitando a los espectadores a un "recorrido de formas que invitan a imaginar y dialogar".
UNA VISIÓN CLARA Y COMPROMISO SOCIAL
El triunfo de Pérez en la XXII Bienal no es un hecho aislado, sino la culminación de una trayectoria artística marcada por la innovación y la crítica social. El artista, licenciado en Artes Plásticas por la Universidad de El Salvador (UES), ha realizado múltiples exposiciones colectivas e individuales, y su obra figura en importantes colecciones privadas en Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia y su natal El Salvador.

En octubre de 2024, Pérez inauguró en el Teatro Luis Poma de El Salvador su propuesta visual "Remixes", curada por Antonio Romero y Mauricio Kabistán, en la que ya exploraba el potencial del durapax.
"Remixes" es un "inventario tipológico articulado desde bloques de este polímero blanco llamado polyfoam (en países del 'primer mundo') y que en nuestros países y sociedades 'periféricas' denominamos durapax, cuyos contornos contienen el intermitente flujo de mercancías, a través de rutas comerciales que van trazando líneas de desplazamiento de una nueva colonialidad", explicó Pérez en su oportunidad a elsalvador.com.
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La muestra "Remixes" destacaba por su capacidad de "resignificar la manera como nos concebimos y para replantear, desde la periferia, la relación entre las culturas", según sus curadores. Mauricio Kabistán describió "Remixes" como un "mural escultórico" que "ha hecho una reinterpretación del imaginario prehispánico con un toque cyberpunk, retrofuturista, que habla bastante sobre cómo las ideas se mantienen en el tiempo usando material variable".
El éxito de Óscar Pérez en la XXII Bienal es motivo de gran orgullo para El Salvador. Este premio unánime subraya la originalidad y la relevancia de su propuesta artística en el panorama regional.


Junto a Pérez, la bienal también felicitó a Silvia Sánchez (Costa Rica) y Estuardo Méndez-Ruiz (Guatemala), quienes recibieron el Premio Único de Cerámica por “Sueños derretidos”. Las Menciones Honoríficas fueron otorgadas a Blas Aguilar, Daniel Barra, Marcio Arteaga, Alessandra Foletti, Scarlett Rovelaz, Jennifer Calderón, Óscar Hernández, J. Antonella Fiallos y Angelina Cordón, destacando la diversidad y calidad del talento emergente en la región.
(Artículo elaborado con asistencia de IA)

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