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El actor y director Héctor Estrada muestra el ser y el deber ser de un papá
A punto de celebrar 30 años de trayectoria en las artes escénicas del país, el fundador de "La Compañía de Ariel Zuria" confiesa que no hay papel más demandante que el de padre, pero también es el más satisfactorio.
Ser papá fue un deseo que el actor y director de teatro Héctor Estrada albergó en su corazón desde muy niño. Mientras otros infantes se veían convertidos en ingenieros o médicos, él se visualizaba siendo padre de familia. Y se miraba siendo papá pero con una sola mujer y estando presente en la vida de sus hijos del amanecer al anochecer.
"Las personas allegadas, familia y amigos, se sorprenden de esta decisión de ser papá, pues siempre fui un alma libre; y aprendí a disfrutar la soledad y de ser mi mejor compañero", afirma el también docente y consultor.
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Tal vez ese enorme gusto por la paternidad le nació cuando entendió que estaba completamente solo, pues tanto su madre como su padre le abandonaron en su primera infancia. "No entiendo por qué, pues mi padre me abandonó a los 5 años, y ya antes me había abandonado mi madre. Sin embargo, yo siempre añoré a mi papá…", confiesa el discípulo del maestro Filánder Funes (1956-2015), de la Escuela Arte del Actor.
Y se convirtió en papá a los 32 años, dos años después de conocer a su esposa, Rossy. El nacimiento de su primogénito, Ari, es uno de los momentos más felices de Estrada, pese a que sufrió de depresión post parto y que se le negó la oportunidad de asistir al alumbramiento. "En ese momento, quise tener a mi papá conmigo", confesó.
Luego le seguirían dos partos más: el de Matías y su princesa, Suri.
Actualmente, el consagrado artista de las tablas nacionales no solo festejará una fecha más del Día Nacional del Padre, también celebra que sus tres hijos son jóvenes talentos hambrientos de conocimiento, que lo retan 24/7 desde que llegaron a su vida.
En efecto, los tres adolescentes poseen altas capacidades y destacan en lo que hacen desde muy pequeños.
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"El hecho de haber sido papá, me ha hecho ser: mas valiente, más aguerrido y más consciente en la vida".
Héctor Estrada, actor y director de Teatro salvadoreño
Ari tiene 18 años y estudia Ingeniería Biomédica. El joven amante de la astronomía y la medicina recién terminó su primer ciclo, gracias a la beca que le otorgó la Alcaldía de San Salvador Centro. Además, toca el piano y gusta de dibujar animé y elaborar mapas. Su hobby es investigar, en palabras de su progenitor.
Matías es un joven de 16 años, cursa primer año de bachillerato, y le encanta la cocina. Él se encarga de preparar los almuerzos día con día y sorprende a todos con sus habilidades culinarias. Asimismo, quiere ser musicólogo. Sus hobbies son: leer literatura clásica, tocar piano, guitarra, jugar ajedrez y entrena voleibol en el club Star Team. Vale destacar que el segundo hijo del también profesional de Comunicaciones también es amante del capirucho y posee una colección de estos juguetes tradicionales.
La más pequeña es Suri, de 13, quien cursa séptimo grado y es líder nata. Actualmente, es la presidenta de su grado y suele desempeñarse como maestra de ceremonias en los eventos de su centro educativo. Además, al igual que su hermano Matías, entrena todos los días voleibol en la escuela de la federación y con el club Star Team.
Pero, ¿Qué implicaciones tiene ser papá de tres jóvenes con altas capacidades y artista de las tablas en El Salvador?
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Héctor Estrada es honesto: "…es muy difícil", pero también sumamente satisfactorio.
Tal y como siempre lo deseó, su trabajo en las artes escénicas le han permitido ser un papá presente, uno que no solo lleva y trae a sus hijos al colegio, también uno que se las ingenia a diario para satisfacer a tres hijos demandantes que se aburren sumamente rápido y desean aprender todo lo que puedan.
Es levantarse de madrugada e irse a la cama a altas horas de la noche, sabiendo que todo estará en control; es llevar a la práctica la frase "coyol quebrado, coyol comido" e ingeniárselas para cubrir todos los gastos y necesidades del hogar. Es ir y venir a dónde sea necesario, para cumplir cada promesa y cada sueño, sin descuidar su trabajo en las tablas.
El director de teatro, además, ha logrado cultivar el amor por las artes en sus hijos y vivir con ellos momentos imborrables que atesorar junto a su esposa. Enseñarles que aunque no hay solución para todo, sí existen oportunidades para levantarse tras una caída. O que la familia es el más grande tesoro y el mejor lugar para aprender a ser ciudadanos de bien, pero sobre todo, padres.
UNA VIDA DEDICADA AL ARTE
Héctor Estrada es un artista escénico salvadoreño con una trayectoria que pronto cumplirá 30 años, destacándose tanto en la dirección como en la actuación. Su formación en artes escénicas es sólida y diversa. Se graduó de la Escuela Arte del Actor (1998-2001), donde fue instruido por Filander Funes, un director y maestro con licenciatura en Dirección Escénica y Maestría en Artes del Instituto Estatal Leningradense de Teatro, Música y Cinematografía, Rusia. También recibió clases de canto con el Dr. Irving Ramírez de Moscú, danza con Sonia Franco de Batres de Canadá, y Tai Chi con Víctor Damián.
Complementando su formación, Estrada participó en un taller de actuación con Mario González, maestro y director franco-guatemalteco y decano de la Facultad del Instituto Superior de Arte Dramático de París, Francia, quien fue maestro de la actriz Juliette Binoche, ganadora de un Premio Oscar®. Además, realizó un diplomado en Análisis de Texto con Filander Funes , y recibió formación en diseño de iluminación con Manuel Labor y Marcelo Díaz. Sus estudios incluyen diplomados en dramaturgia con Vicente Leal y Bertha Iriath , y un curso de foniatría y fonética con Rodolfo Fontana. También cursó tres años de danza contemporánea en la Escuela Nacional de Danza Morena Celarié (1995-1997).
Como director, fundó "La compañía de Ariel Zuria", con la que ha presentado exitosas obras como "La Maleta del Burum-Búm" (más de 250 presentaciones) y "Carburo-clown" (más de 380 presentaciones). Su trabajo como director ha sido reconocido con el premio a Mejor Director en el IV Festival de Teatro Clásico Adaptado en Argentina (2013). Con más de dos mil presentaciones en Centroamérica, Panamá, Colombia y Francia, la compañía ha consolidado su presencia internacional.
Además de su faceta artística, Héctor Estrada ha dedicado más de dos décadas a la enseñanza de las artes escénicas , y es licenciado en Relaciones Públicas y Comunicaciones.